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miércoles, 7 de mayo de 2014

LA TORRE DOS ANDRADE: EL CASTELO DE VILALBA (LUGO, GALICIA) LAS IRMANDADES DA FALA, EL CAPÓN, LAS FOTOS DE PURRIÑOS, A PRAVIA, EL ROSCÓN, LAS ROSCAS DE SAN RAMÓN Y EL QUESO DE SAN SIMÓN

Torre dos Andrade, O Castelo de Vilalba
Praza de Santa María y Torre dos Andrade

Por la rúa Porta de Cima, la entraba en la antigua villa amurallada de Vilalba para quienes llegaban procedentes de Mondoñedo vía Abadín, el Camino de Santiago del Norte, sale a la hermosa Praza de Santa María, dominada por la estructura almenada de la Torre dos Andrade, el Castelo de Vilalba, que se alza sobre el corazón de esta población, capital de la Terra Chá 


Según llegamos a esta plaza, donde estuvo el antiguo hospital de Santa Catarina, para pobres y peregrinos, el Camino de Santiago sigue desde la rúa Porta de Cima (en medio de la foto) pasando frente a la iglesia parroquial de Santa María y al pie de sus torres para continuar por la rúa de Concepción Arenal (izquierda de la foto), pero antes de continuar, máxime si nos hospedamos en Vilalba, donde hay varios albergues, pensiones, hoteles, etc., nos parece muy conveniente visitar su centro histórico 


Y para ello, dejamos momentáneamente el trazado del Camino y nos dirigimos a la citada Torre dos Andrade o Castelo de Vilalba, el gran símbolo de la historia y patrimonio de la población, cuya estructura de 40 altura sobre sale sobre los edificios de esta plaza, por lo que no ha de pasarnos desapercibida. Construida en piedra de granito y pizarra, se trata de una alta torre octogonal que formó parte de un formidable castillo con tres torreones y muralla de planta poligonal. Fue la torre del homenaje de una fortaleza que guardaba el importante cruce de caminos que favoreció el nacimiento y crecimiento de esta villa de Vilalba


Si bien estos parajes ya estuvieron habitados desde la Prehistoria, y los castros serían el precedente urbano más inmediato a las actuales poblaciones, la primera vez que se menciona a Vilalba en un documento es en el Concilio de Lugo del siglo VI, nombrada como Santa María de Montenegro, pues estaba bajo la protección de la estirpe de este nombre


Este lugar sería destruido por un incendio en el siglo VIII y volvería a aparecer en la historia como Vilarente en el siglo XII, dada su importancia en un estratégico cruce de caminos: el que procede de Ribadeo y el que viene de Betanzos y A Coruña, el primero además importante senda de peregrinación a Santiago, el actualmente conocido como Camino Norte


Si bien, se dice que el camino ribadense-mindoniense hacia Vilalba empezó a prosperar realmente como ruta jacobita en el siglo XIV, al consolidarse Vilalba como población, amparada en torno a la fortaleza y amurallada, pues ahorraba a los romeiros a Santiago procedentes de la costa un buen tramo de distancia respecto al secular paso por Lugo o, como otra alternativa dirigirse hacia Betanzos o A Coruña, siguiendo la vía romana (basada en sendas anteriores), que recorría la costa del Mar Cantábrico a partir de Hendaya y/o Irún (Ossarum-Brigantium)


Este camino era además vital para las extensas posesiones del obispado de Mondoñedo, así es que el antiguo Coto de Vilarente fue dividido en 1128 entre el obispo mindoniense y el Conde de Montenegro, Rodrigo Velaz


Según nos acercamos a la torre, vemos a su derecha el gran edificio de piedra del Parador de Vilalba"Lugar de encuentro en el Camino de Santiago", tal y como leemos en la web, construido en piedra imitando la estructura de O Castelo e inaugurado en 1967 como parador de 3 estrellas con seis habitaciones, pero que con la gran reforma de ampliación que se inició en 1997 y se inauguró en 1990 se hizo este nuevo edificio anexo con 42 nuevas habitaciones, manteniendo su empatía constructiva con la torre y adquiriendo la categoría de 4 estrellas


Esta es pues solamente una parte del gran edificio del parador resultante, que se extiende en forma de L por las calles aledañas. El 3-3-2020 el periodista Xosé María Palacios recordaba en este reportaje, publicado en La Voz de Galicia, el vigésimo aniversario de su reinauguración con dichas ampliaciones:
"Los años sesenta supusieron para Vilalba, entre otras consecuencias, su entrada en el club de villas y ciudades con parador de turismo. La última década del pasado siglo fue un segundo y destacado capítulo de esa historia, ya que el edificio inaugurado en 1967 se amplió con otro que potenció la capacidad del establecimiento. 
Para ampliar el parador, fue necesario levantar un nuevo edificio, ya que el primero tenía mucho más valor histórico y simbólico que capacidad. En la torre de los Andrade, construcción de origen medieval, se prepararon seis habitaciones, mientras que con la nueva construcción se habilitaron 42. Las obras comenzaron en julio de 1997 con un acto simbólico: el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, acudió a su villa natal para derribar un muro."

Las obras, continúa Palacios, abordaron el derribo de algunas construcciones anexas a la torre, que eran añadidos a su fábrica medieval. El nuevo edificio, de granito y pizarra fundamentalmente, se construyó, como vemos, algo separado de ella para que se pudiese admirar en todo su esplendor:
"La entrada se colocó hacia la calle Valeriano Valdesuso, igual que ocurría con el inaugurado en 1967, y una de las fachadas laterales da a la plaza del Coronel Pena, conocida popularmente como praza dos Ovos. En la planta baja se instaló una galería acristalada, orientada hacia la torre medieval. 
El presupuesto final de las obras ascendió finalmente a 550 millones de pesetas, cantidad que superó holgadamente las previsiones iniciales. La obra, de todos modos, no fue una operación aislada sino parte de un ambicioso proyecto de Paradores: solo en la provincia, se llevó a cabo la reforma del de Ribadeo, inaugurado a finales de los cincuenta, y la construcción del de Monforte, en el que también se aprovechó el patrimonio histórico y artístico para un uso hostelero, pues se instaló en el convento de San Vicente do Pino, del siglo XVII. 
En las obras de Vilalba no faltaron críticas, pues una entidad entonces muy activa, las Brigadas en defensa do patrimonio chairego, denunció que se habían demolido tres troneras medievales, ni dejaron de aparecer contratiempos, puesto que se llegaron a robar herramientas. Nada de ello, sin embargo, impidió que las obras terminasen, y la inauguración, como había ocurrido ya en 1967, se celebró por todo lo alto: en las instalaciones se organizó, por ejemplo, un desfile de moda, que presentaron Silvia Jato y Liborio García."

La torre es lo único que queda en pie del Castelo de Vilalba, que se construiría para mejor control de este cruce caminero. Su primera referencia documental es del año 1296, pero se supone estaría en pie desde años atrás, supuestamente levantado por Rodrigo Sánchez en ese mismo siglo XIII, si bien existen noticias de una fortaleza en el lugar desde el siglo XI. Es fácil que se tratase de construcciones defensivas, o de vigilancia y control de paso, superpuestas desde tiempo inmemorial



El baluarte, que sería entonces el gran alcázar de la villa amurallada, es decir, el reducto más poderoso e inexpugnable de la fortaleza, era feudo de Fernán Ruiz de Castro, señor de Lemos, pero parece había sido donado por los reyes Sancho IV y su mujer María de Molina al infante don Felipe, lo que provocó un enfrentamiento entre este y Fernán Ruiz que acabó en un duelo, celebrado en Monforte, que supuso la muerte de Fernán


Las murallas propiamente dichas no eran siempre tan inaccesibles al enemigo, en algunos casos eran incluso más simbólicas que eficaces ante un enemigo medianamente preparado, señores feudales enemigos con apetencias territoriales, revueltas e invasiones externas principalmente. Señalaban realmente el núcleo central de una comarca o alfoz de su influencia, amparando su zona aforada con derechos especiales para sus habitantes, su gobierno y diversas concesiones como mercados, legislación, tributos, etc.


Pero si la muralla no respondía el castillo y, sobre todo, su torre del homenaje, eran efectivamente el punto fuerte, que podía ser efectivamente defendido por una guarnición no demasiado numerosa pero con gran efectividad, hasta que llegasen refuerzos o, en otros casos, hacer inviable un largo asedio a los posibles atacantes, cuyas líneas de suministros podían ser largas y vulnerables, haciéndoles desistir o siquiera plantearse un asedio. En muchos casos cumplían pues una función de "defensa preventiva"


Y por supuesto y en casos como este, atalaya de vigilancia, desde la que se divisarían movimientos de gentes desde muchas horas antes de que llegasen, máxime estando en medio de la gran llanura de la Terra Chá y que, por entonces, no tendría edificios altos alrededor y estos serían además muchos menos


Por lo tanto la Torre dos Andrade, lo mismo que veía, se la veía desde lejanas distancias sirviendo de referencia visual y geográfica para orientar a viajeros, arrieros, peregrinos y todos los nómadas, transeúntes y trashumantes que circulaban por los viejos senderos chairegos 


Torre defensiva, puesto de vigilancia y... cárcel, era otra de las funciones de estas construcciones. Aquí, por ejemplo, dentro de las convulsiones políticas entre los sucesores de Sancho IV, el infante Felipe, hermano de Fernando IV, sería preso en ella por Fernando Rodríguez de Castro, quien reafirmaría su dominio sobre el lugar


Una vez quitadas las estructuras añadidas, la torre no parece haber sufrido tampoco grandes transformaciones respecto a su construcción medieval, muestra de ello, por ejemplo, es la escasez de vanos, es decir, solamente los huecos justos y casi todos relacionados con su aparato defensivo, saeteras, aspilleras y unos pocos y diminutos ventanucos


Fijémonos en los canecillos, con su decoración en forma de rollos, que dejaban una concesión a lo artístico con esta filigrana. Su función era sostener las almenas, ligeramente adelantadas respecto a la pared, pues entre ambos elementos hay un hueco rectilíneo que recorre el remate de las ocho paredes de la torre


Por ahí se podría disparar o tirar todo tipo de piezas arrojadizas para quienes intentasen escalar estas paredes, estando a la vez protegidos los defensores detrás de las almenas


Según nos acercamos, se acentúa esa sensación de altura y monumentalidad, poderosamente desafiante, pero a la vez esbelta en sus trazas y con una planta octogonal que constituye toda una singularidad respecto a otros modelos gallegos y de todo el norte de España


Se eleva 40 metros sobre su base y era parte de aquel desaparecido castillo, se dice que de tres torreones y muralla de planta poligonal, que se alzaría formidable sobre la llanura de la Terra Chá, tantas veces disputado por los poderosos linajes feudales de cambiantes fidelidades y contrapuestos intereses. La página CastillosNet es una de la que nos ofrece detalladas descripciones de este monumento:
"Su estructura antigua era poligonal. El recinto en sí estaba rodeado por una barrera que lo envolvía. Hay que señalar la existencia de varias plantas, en una de las cuales hay un puente levadizo que unía un acceso con uno de los torreones. 
La torre del homenaje es lo más destacado de este edificio fortaleza. Su estructura es octogonal. Posee una gran altura que le da al edificio un aspecto grandioso y compacto. La torre se remata con almenas que, además de servir de defensa, dan un toque decorativo al edificio. 
El material utilizado primordialmente en esta construcción es la pizarra. Sin embargo, también se ha utilizado el granito para las partes decorativas de los muros, como las almenas o las jambas que enmarcan puertas y ventanas.
Como la mayoría de esta clase de palacios fortaleza, ha sufrido los avatares de la historia, pero se ha mantenido a lo largo del tiempo desafiante y poderoso. 
El castillo de Villalba pasó a ser propiedad particular, y en un principio se pensó en derruirlo para aprovechar sus materiales, lo que afortunadamente se evitó gracias al interés del municipio y de la Comisión de Monumentos, contando con el apoyo del gobernador civil de la provincia. Posteriormente pasó a formar parte de los bienes de la familia Valdesuso, habiendo sido reconstruido y convertido en Parador Nacional de Turismo. 
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español."

Y como era usual, al pie del castillo y a lo largo de los caminos y en esta su encrucijada nacería esta villa, que sería  amurallada y tendría tres puertas, aunque algunos textos hablarían de diez, tal vez abarcando portezuelas menores o postigos. Galicia Máxica nos cuenta de ella y su origen, vinculado a esta grandiosa torre:
"Villa de Alba, Villa Álvaro, Santa María de Montenegro y finalmente Villalba de Montenegro. Estos fueron los nombres de la villa que se formó junto a un castillo a partir del siglo XIII que es la fecha probable de la construcción de esta fortaleza. Sin embargo, existe una piedra en la actual fortaleza con una inscripción que reza la era de 1055, es decir del año 1017 por la Era Hispánica. Hoy en día se conoce como la Torre de los Andrade de Vilalba.
Lo más seguro es que esta pieza formara parte de una primitiva construcción ubicada donde ahora está la torre y que fuera aprovechada por esta. Lo que si se aprecia en la torre son las marcas de una gran reconstrucción como así lo demuestran las grietas de la parte más primitiva y las uniones de los muros anteriores con los actuales.  
La estructura de la torre es muy peculiar pues es hexagonal compuesta de mampostería de granito y pizarra y sillería solamente en las esquinas. Respecto al pequeño balconcillo que se encuentra en una de sus caras podemos decir que es muy similar al de la Torre de los Andrade en Pontedeume. Se piensa que la edificación actual es la reedificación de la anterior que fue demolida por los Irmandiños en la gran revuelta llevada a cabo en el siglo XV."

Efectivamente, en 1364 Pedro I donaría el Castelo de Vilalba  precisamente al mencionado Fernán Pérez de Andrade, O Boo, de quien lo heredaría su hermano Pedro Pérez de Andrade y luego el hijo de este Nuño Freyre de Andrade. O Mao, que tan cruel dominio ejercería que provocaría la sublevación de la I Revuelta Irmandiña, en la que este baluarte resistió el ataque de las huestes de Roi Xordo al centrarse los rebeldes más en asaltar Pontedeume


La plaza vilalbesa pasaría así de los Castro de Lemos a los Andrade durante las luchas entre Pedro I y Enrique II al trono de Castilla. Los Andrade irían cambiando de bando según iban recibiendo donaciones, privilegios y prebendas de uno o de otro. Una práctica muy habitual en la nobleza feudal que era dueña de territorios y formaba ejércitos


En 1442 Juan II confirma a Fernán Pérez de Andrade, O Mozo, la posesión de este señorío, pero en 1467, durante la II Revuelta Irmandiña, el castillo de Vilalba sí sería destruida por el ejército de Alfonso de Lanzós (hidalgo y pariente de la casa), Pedro de Osorio y Diego de Lemos


Derrotados los irmandiños en 1467, Diego de Andrade, hijo de O Mozo, acomete la reconstrucción del castillo empleando para ello prisioneros derrotados. Muchas otras defensas habían resistido gracias a haber sido adaptadas a un nuevo elemento bélico, que si bien ya se empleaba en Europa desde el siglo XIII, no se generalizó hasta entonces, la pólvora. La tradición aseguraba, como en tantas otras fortalezas, que un pasadizo comunicaba un pozo del interior de la torre con el exterior, en concreto con el río Madalena, cuesta abajo de Vilalba, por donde sigue el Camino


Por entonces los castillos se reforzaban y esta forma octogonal de la torre, con cantería en las esquinas y piedras unidas con mortera de cal, resistía mejor que las cuadradas los cañonazos, protegida además por otras torres más pequeñas, todas con troneras para los cañones. De aquella reconstrucción es la traza actual de la torre


En 1486 Diego de Andrade recibe el título de Conde de Vilalba por los Reyes Católicos, y su hijo Fernando de Andrade e Pérez das Mariñas será Señor de Pontedeume, Ferrol y Vilalba, segundo Conde de Vilalba y primer Conde de Andrade, también por designación real quien, empezando la centuria del 1500, aún acometía aquí obras de consolidación, siéndole la fortaleza confiscada en 1509 por Fernando el Católico, dudoso de su lealtad


Su hija Teresa de Andrade de Ulloa y Zuñiga, Condesa de Vilalba casaría con Fernán Ruiz de Castro, primer marqués de Sarria, reincorporándose así Vilalba y las demás tierras de los Andrade a la casa de Lemos. Así en 1540 un nieto de Fernando de Andrade, Pedro Fernández de Castro, heredaría el título. Realmente los señores de la casa nunca habitaron la torre que, al perder su carácter defensivo y de dominio del territorio no fue, como otras, transformada en pazo o casona, siendo abandonada a su suerte


Aquí, el cruceiro es un elemento relativamente moderno y engalana precisamente este césped del jardín entre la plaza y el parador, al pie de la torre


Es del tipo llamado "de cruz", sin imágenes en la cruz, estilo cruz latina, de sección cuadrangular y aristas rebajadas. Observemos atrás, en la pared de la torre, una aspillera o saetera y, arriba, un ventanuco picudo de gusto eminentemente gótico


Fijémonos también en los vanos de la pared a su derecha

Reconocemos un ventanuco de arco de medio punto, sobre él en la planta que tiene encima hay una ventana bífora y, en el piso más alto y al pie de las almenas, una pequeña ventana


En 1777 muere sin descendencia Joaquín López de Zuñiga y Castro, XIII conde de Lemos, IX de Andrade, y XI de Vilalba, siendo su heredera Catalina Colón de Portugal y Ayala, casada con Francis Fitz-James-Stuart, segundo duque de Berwick, II duque de Liria y Jérica. En 1802 se unieron, entre otros, los ducados de Berwick y Alba en Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva, pasando el condado de Vilalba a ser un título más de la casa de Berwick o casa de Alba


Por su parte la torre sería recuperada como defensa para la Primera Guerra Carlista, reconstruyéndose muros, escaleras, baluartes y baterías, así como una caseta con aspilleras para fusilería sobre el torreón de entrada, También se cerró la aún existente muralla de la villa, haciéndose troneras y protegiendo las entradas de la Praza Real, Praza do Pan, rúa do Sol, Rúa Real, Costa da Roexira y Porta de Cima, donde se hicieron puertas y fosos al pie del castillo, habilitándose una plaza fuerte para refugio de los vecinos ante cualquier peligro


Vilalba padece entonces el asalto de una partida de 250 carlistas en 1835, mandados por Juan Martínez Villaverde, canónigo proscrito de Mondoñedo, más conocido como el Cura de Freixo, que era arcediano en Melide. La villa fue defendida por una milicia local reclutada para la defensa de estas partidas


Un año más tarde la guarnición fue enviada a Ferrol ante la expedición del general carlista Miguel Gómez Damas, que avanzaba desde Santiago a Asturias, viniendo entonces por aquí y encontrándose con la villa indefensa, solo quedaban mujeres y niños y saqueó a voluntad campos y casas antes de proseguir hacia Mondoñedo. Luego el jefe carlista Pardo, con 150 hombres armados, atacó Vilalba la noche del 26 de octubre, pero al haber regresado la guarnición fue rechazado, llegando únicamente a ocupar algunas casas más allá de las murallas


A causa de las obras realizadas, Pedro Yáñez, apoderado del duque de Berwick, protestó al gobernador exigiendo se le pagasen los daños, pero la respuesta del Concello fue que no había razón para ello, sino que más bien la torre había sido bien reconstruida y perfeccionada, y que desconocían además quien era el propietario del fuerte en aquel momento, solicitándose la retirada de la demanda, como así se acordó


Avanzando el siglo XIX y acabadas las carlistadas el castillo vuelve a caer en el abandono, llegando a ser vendido por el duque de Berwick y Alba al precio de la piedra. Por entonces aún no se apreciaba como ahora estos elementos del patrimonio histórico y las viejas murallas solían emplearse como cantera pública para sacar piedra y hacer casas, puentes, muros, y cualquier obra que se necesitase. Son derribadas las torres menores, la puerta de entrada del castillo y parte de dichas murallas


En su trabajo La Heráldica de la villa de Villalba, del año 2017, el erudito José Manuel Abel Expósito aporta este preciso mapa de la población tal y como sería con su castillo, murallas, rúas, plazas, edificios notables y barrios extramuros, incluyendo la Calle Mayor o Porta de Cima, entrada del Camiño Real, actual Camino de Santiago


Según leemos en Proxecto Arga, Arquitecturas Rehabilitadas de Galicia, en 1843 la duquesa de Alba, como propietaria del castillo, autorizó al Síndico del Ayuntamiento y al Regidor a que se sacase piedra del mismo para construir una cárcel "sin tocar la torre y las paredes que la circundan", siendo la única condición el que la duquesa no reclamase ninguna renta durante el tiempo que sirviese de prisión o casa fuerte. Es posteriormente cuando, a raíz de la desaparición del castelo y la muralla, se abre esta nueva calle que pasa a sus pies, la actual rúa Valeriano Valdesuso (último dueño de la torre), y con la piedra se construyen estas viviendas


En una de ellas se celebró en 1918 la Primera Asamblea das Irmandades da Fala, asociación fundamental en la recuperación cultural y política gallegas en las primeras décadas del siglo XX. . Esta es parte de su historia, extraída de Wikipedia:
"La decadencia del movimiento regionalista en Galicia a finales del siglo xix supuso una etapa de parálisis del galleguismo en general, tanto en el plano político como en el cultural. Solo a mediados de la década de 1910, algunas voces se volverían a levantar para intentar revitalizar el movimiento, diluido hasta ese momento en los intereses cosmopolitas del modernismo. 
En el contexto de la nueva configuración europea provocada por la Gran Guerra (con el reconocimiento de derechos nacionales a Polonia, Irlanda y otros países), tanto Antón Villar Ponte como Aurelio Ribalta (director del madrileño grupo de Estudios Gallegos) reclamaron la necesidad de crear una "Liga de Amigos del Idioma Gallego", lo que abrirá las puertas a la inmediata constitución de las Irmandades da Fala. 
El 5 de enero de 1916 Antón Villar Ponte empezó desde las páginas de La Voz de Galicia una campaña para la creación de esa liga y en marzo publicó el folleto "Nacionalismo gallego (Apuntes para un libro). Nuestra afirmación regional", en el que vuelve al tema de la defensa, dignificación y cultivo de la lengua. La propuesta es bien acogida por diferentes sectores ideológicos, aunque van a ser dos la tendencias principales, la de origen tradicionalista de Antón Losada Diéguez y la liberal demócrata. 
El 18 de mayo de 1916, los hermanos Villar Ponte (Antón, quien sería su primer consejero, y Ramón) convocaron una asamblea en los locales de la Real Academia Gallega de La Coruña, a la que asistieron alrededor de 20 personas, entre las que se encontraba Manuel Lugrís Freire, Florencio Vaamonde Lores, Uxío Carré Aldao, Luis Porteiro Garea, Francisco Tettamancy o Ramón Villar Ponte, entre otros. En esta junta se acordó la creación de una Irmandade de Amigos da Fala. El objetivo principal de la misma era la exaltación y fomento del uso del gallego y se nombró a Antón Villar Ponte como Primer Consejero. Pero con una perspectiva más amplia que incluía el propósito de regenerar globalmente a Galicia. 
A continuación, se crearon agrupaciones locales en Santiago de Compostela,el 28 de mayo de ese mismo año de 1916, presidida por Luis Porteiro Garea, y seguida por las de Monforte de LemosPontevedraOrenseVillalba, Ferrol y Betanzos. En los siguientes años siguen creándose otras hasta un total de 28, y la mayoría de ellas elaboraban boletines. En estas agrupaciones locales se fueron integrando personalidades como Aurelio Ribalta, Manuel Banet Fontenla, Antonio Noriega Varela, Ramón Cabanillas o Xoán Vicente Viqueira. En la agrupación de Ourense se integraron poco a poco otros con Antón Losada Diéguez, Vicente Risco, Ramón Otero Pedrayo y Florentino López Cuevillas. Con el tiempo también se crearon agrupaciones en Madrid, en La Habana y en Buenos Aires."

La torre del homenaje, símbolo del poder señorial de los Andrade, se mantuvo en pie todo ese tiempo, pero hacia 1910 su propietario quiso venderla también como cantera (era normal aún hacer esto con torres, murallas y similares), tal y como se había hecho antes con el castillo y las murallas


Es entonces cuando estudiosos e intelectuales gallegos emprenden una campaña en prensa para conservarla como monumento. Gracias a ello no se tocó pero siguieron pasando los años, la torre quedó sin techo y sin pisos, se caían las piedras, criaban ratas, se producían hendiduras y se asistió un deterioro total del inmueble


En los años 60 del siglo XX, siendo ministro Manuel Fraga Iribarne (nacido en Vilalba), se hace aquí un nuevo Parador de Turismo, restaurándose por fin la torre tras ser comprada a los familiares de Valeriano Valdesuso, quien la había adquirido décadas atrás


Para su inauguración se fijó la fiesta de Santiago, 25 de julio, patrón de Galicia, con una gran fiesta popular. Fue El día en que Vilalba se renovó, como decía y titulaba su artículo Carlos García Fraga para La Voz de Galicia del 19-12-2017 recordando aquel acontecimiento, medio siglo después:
"Pasaron 50 años, y parece que fue ayer cuando la vetusta torre del homenaje de la casa de los Andrade se convirtió en el más pequeño de los paradores de nuestro país. Aconteció el 25 de julio del año 1967, no sin antes pasar por un sinfín de vicisitudes que lograron conservar en pie la preciada joya vilalbesa. En el mes de enero del año 1897, su propietario, el duque de Alba y Berwick, vende las murallas y el castillo a un vecino de Vilalba, Valeriano Valdesuso, cuyo nombre aún conserva la calle por la que se accede al Parador, en la cantidad de diez mil pesetas, siendo su finalidad el demolerla para utilizar su piedra, ya que el nuevo propietario se dedicaba a la construcción.
Enterados los vecinos de los propósitos del comprador, en el año 1912 se reunieron «interesando el patriotismo de todas aquellas personas significadas de la región para que la demolición no se consumase». La protesta general tuvo su eco, y el gobernador civil y la comisión provincial de monumentos ordenaron al alcalde que «tomase las medidas oportunas con el fin de que no se extraigan piedras ni se hagan excavaciones en el castillo hasta tanto que la Comisión resolviese lo procedente». 
Desde este abandono, la torre no fue escalada hasta el año 1961, coincidiendo con las fiestas de San Ramón, en las que se izó la bandera española y fueron iluminadas sus almenas gracias al trabajo de un grupo de jóvenes vilalbeses. El Parador no se convirtió en lo que en un principio su mentor, el ministro de Información y Turismo, el vilalbés Manuel Fraga Iribarne, había pensado, ya que la idea inicial era expropiar todas las casas que rodeaban la torre para dotar a esta zona de grandes jardines que diesen más vistosidad y esplendor a la octogonal construcción. 
Dificultades con los vecinos y presiones por conocimiento y amistad con muchos de ellos hicieron olvidar el primer proyecto y comprar lo necesario para iniciar así lo que sería el Parador. Viviendas adosadas a la torre en las que había negocios como la sastrería de Segundo Prieto, por cuyo edificio se accedía al pozo que se encontraba en el centro del castillo y cuya leyenda decía que su salida conducía a la pena de Miguel, en el río Magdalena, según explica, en su brillante trabajo publicado en este diario el día 10, el profesor Xosé Antón Pombo; la célebre taberna O Porrón, donde pasaban sus tardes de asueto los múltiples clientes, sobre todo de la zona vieja, y en cuyo establecimiento el vino se servía en porrones; la frutería de Angelito; el comercio de tejidos y sastrería de los hermanos López, o la droguería Generoso, antes marmolería, fueron los edificios que se adquirieron para dar entrada tanto a la torre como al jardín que habría a su alrededor. 
El día 25 de julio del año 1967, Vilalba vivió una gran fiesta. El pueblo amaneció profusamente engalanado con banderas, guirnaldas y salutaciones a los visitantes; entre ellas, una que decía ‘A Manolo Fraga, con cariño y gratitud de su pueblo’. Autoridades de toda Galicia y España acudieron invitados a los actos, que dieron comienzo a las 11 de la mañana con una misa, oficiada por el párroco, Adolfo Pato, y a la que asistió el obispo de Mondoñedo-Ferrol, Jacinto Argaya."

Sin embargo el proyecto de comprar algunas casas para hacer un espacio abierto a manera de campo alrededor de la torre nunca se llevó a cabo. No obstante "Foi un día histórico para Vilalba", como decía el mismo Carlos García Fraga cuando recordaba el día de la inauguración del parador, según escribe también en La Voz de Galicia, Xosé María Palacios el 24-1-2019:
"La recuperación de la emblemática torre de los Andrade en la capital chairega se celebró, aquel 25 de julio de 1967, con una fiesta en la que se degustó pulpo y hasta hubo verbena. Carlos García Fraga fue uno de los vilalbeses que asistió a la apertura del Parador

Los festejos patronales de Vilalba, en honor a San Ramón y a Santa María, se celebran a finales de agosto y principios de septiembre. Sin embargo, aquel 1967 la cosa se adelantó, y el 25 de julio fue un día de festa rachada, con su monumental pulpada y hasta una verbena. La ocasión bien lo merecía, ya que en tal fecha se inauguró el Parador de Turismo de la localidad, instalado en la medieval torre de los Andrade, emblemático edificio de la capital chairega.

Carlos García Fraga, vecino de Vilalba, asistió a aquellos fastos«Foi un día histórico, un día en letras de ouro para a vila», evoca. La inauguración era el último capítulo de una historia que había empezado años antes y en la que él mismo había participado. Con el alcalde, Filiberto Álvarez, y con otro destacado vecino, José Apenela, había integrado una comisión que medió para lograr que esta construcción pasase a manos públicas.. Para ello visitaron, en el municipio mariñano de Alfoz, a familiares de Valeriano Valdesuso, que décadas antes había comprado la torre a la casa de Alba. El inmueble fue por fin adquirido por el Gobierno. No obstante, su transformación en hotel no se acompañó de la reforma del entorno a la que aspiraba un conocido vilalbés, Manuel Fraga, entonces ministro de Información y Turismo. Su idea era demoler buena parte de las casas del entorno para que la torre tuviese un amplio espacio ajardinado, propósito que no se logró completamente.

Aquella mancha no rebajó la expectación que se vivió en Vilalba ya antes de la inauguración, mientras se acondicionaba un edificio que por entonces estaba vacío por dentro y al que no se podía acceder. «Imaxina... aquilo era unha novidade en Vilalba. O día anterior xa había xente polas rúas, que estaban adornadas», recuerda García Fraga, que cuenta además que había pancartas con expresiones de admiración para su ilustre paisano Fraga. Tanta gente se agolpó en el entorno de la torre aquel día que hasta se rompió la cristalera del escaparate de una tienda situada enfrente.

En los discursos de aquel día el alcalde, Filiberto Álvarez, dijo que el auténtico regidor era Manuel Fraga por su empeño en dar utilidad a la torre. García Fraga, que también participó en la comida oficial con varias decenas de asistentes, recuerda que el ministro dijo que la iniciativa servía para dar nuevos usos a aquellas antiguas piedras. Si no se hubiese convertido en parador, difícilmente -en 1967- habría tenido otro aprovechamiento, apunta este vilalbés. «Para outra cousa non tiña utilidade», insiste. Por eso alaba la actitud de quien años después habría de fundar Alianza Popular y sería presidente de la Xunta: «Era a única maneira de conservar o edificio».

La apertura del parador colocó, pues, a Vilalba en el club de villas y ciudades con establecimientos de esta categoría, y supuso también la creación de una veintena de empleos. En esa primera etapa la instalación tenía solo seis habitaciones, hubo que esperar unos treinta años para que se levantase al lado otro edificio y pasase a tener más de cuarenta dormitorios. Pero ni esa capacidad ni su condición de hotel de cuatro estrellas pesan tanto en los vilalbeses como el valor simbólico de la torre, levantada en el siglo XV, cuando los Andrade dominaban buena parte del norte de Galicia.

A algunos, como Carlos García Fraga, les queda además la satisfacción de haber asistido a la apertura: «Son cousas irrepetibles, porque un parador non se inaugura todos os días», dice."

Recuperada y restaurada la Torre dos Andrade para el nuevo parador, ampliado como hemos visto y reinaugurado en 1920, se colocaron algunos elementos alegóricos tal que este


La escena de la despedida del caballero, un motivo caballeresco medieval existente en numerosos edificios románicos y góticos. Un hombre, a caballo, se despide de su amada. El caballo avanza hacia adelante, el caballero mira atrás, prolongando esta despedida. Es origen de no pocas leyendas


Y una fuente con la cabeza de un jabalí, animal que es el símbolo del linaje los Andrade, que veremos según demos la vuelta a la torre en un elemento contemporáneo a la época de su construcción, ya que este es un detalle moderno, aunque basado en sus blasones, profusamente  expuestos en todos sus edificios


Según la tradición histórica el origen del jabalí como símbolo de esta estirpe arranca de un puente sobre el río Lambre, concello de Paderne, mandado construir por el destacado miembro del linaje,  Fernán Pérez de Andrade, O Bo. y que pasaría a ser conocido como A Ponte do Porcopues aquí acontecería el suceso, transmitido en forma de leyenda, cuyo protagonista sería Roxín Roxal, sirviente de otro señor de este apellido Nuno Freire de Andrade y de cuya hija, Teresa, estaba locamente enamorado, así como ella de él


Sin embargo Teresa hubo de casarse por la fuerza con otro noble, Enrique Ossorio. Un día, estando el matrimonio de caza por dicho puente, apareció debajo de él un jabalí, al que Ossorio llegó a herir, pero no a matar, arremetiendo contra ellos. Ossorio optó por escapar dejando a su mujer, petrificada por el pánico, a la que atacó el jabalí hasta matarla. A los pocos días el jabalí aparecía muerto por las inmediaciones, con un puñal clavado que se supo que era de Roxín Roxal, demostrándose que él si habría defendido a su amada



La figura y emblema del jabalí, el porco o cerdo salvaje, es además muy importante en muchas culturas. como la celta, la griega o la china, estando presente en la heráldica, pues simboliza cualidades muy positivas. Leemos así en la página de Desveda:
"El jabalí y las cabezas de jabalíes son figuras comunes en la heráldica. Una bestia completa puede representar lo que se consideran las cualidades positivas, la sapiencia, el coraje y fiereza en la batalla; en cambio, su cabeza puede representar la hospitalidad (de la costumbre de servir su cabeza en las fiestas), o puede simbolizar que el portador de las armas es un cazador relevante. 
En la heráldica clásica de la Baja Edad Media y principios del periodo moderno, era tratado de forma más extraña que el león, el águila o el oso. Un ejemplo notable de la época medieval es el jabalí blanco de Ricardo III de Inglaterra (1452-1485). El jabalí aparece con frecuencia en los escudos de pueblos o ciudades diseñados en los últimos siglos 
Como tótem es importante en varias culturas. En la cultura china es símbolo de suerte en el dinero y riquezas. En la cultura europea celta también es un símbolo mágico. Entre los griegos el jabalí también era un tótem sagrado de fertilidad, y los indios americanos  lo tienen como un tótem de abundancia y riquezas al igual que los chinos. Su caza se retrata desde el inicio de la especie humana.  
Manannan, el dios celta del mar, cuenta la leyenda que tiene una manada de jabalís mágicos (que se renuevan continuamente, conforme van siendo comidos). Manannan organizó una gran anual “Fiesta del tiempo “, donde los invitados conforme iban comiendo los  jabalís mágicos, se convertían en dioses inmortales, y no envejecían nunca más (...) 
En el mundo celta el jabalí es un animal tótem sagrado que simboliza el valor, la fuerza, y que acompañaba siempre a los héroes y dioses, dándole sabios consejos o premoniciones.  Es pues un emblema de éxito y  superación de las dificultades. El jabalí jabalí era el plato  para las fiestas de la victoria celtas (...) 
Como tótem es importante en varias culturas. En la cultura china es símbolo de suerte en el dinero y riquezas.  En la cultura europea celta también es un símbolo mágico"

También, en el jardín, un entrañable y emotivo monumento, la Vendedora, homenaje a las vendedoras de la Feira de Vilalba, que se celebra el primer domingo de cada mes, excepto los días uno, en cuyo caso se celebra al domingo siguiente, el segundo del mes, asimismo hay mercado semanal y Feirón. Estimamos muy conveniente adjuntar esta información que se nos ofrece en Turismo Vilalba: pues puede ser de muy especial interés para los peregrinos y visitantes si desean realizar alguna compra
"El  primer domingo de mes (siempre que no coincida con el día 1) Se celebra en Vilalba la feria mensual en la que se venden ganado, verduras y otros productos de consumo como huevos, quesos, carne, frutas, conejos, gallinas, etc.. 
También hay puestos de ropa, zapatos, complementos y las pulpeiras que preparan los deliciosos pulpo "á feira", uno de los platos típicos de la cocina tradicional gallega. La feria se convierte así en un animado encuentro vecinal del ayuntamiento de Vilalba y de los municipios vecinos. 
Los puestos de la feria están ubicados en diferentes zonas de la ciudad: 
– Campo da Feira, que cuenta con diferentes instalaciones como cobertizos para comer pulpo y otros cobertizos para albergar ganado (cerdos, ovejas, gallinas, conejos, cabras, etc.) y los diferentes productos del campo que se venden en la feria. 
– Praza Coronel Pena, donde se venden principalmente huevos, productos de cerdo, miel, etc. 
Praza de San Xoan, donde se puede comprar trigo, maíz y patatas. 
– Praza de Santa María, en el que se pueden conseguir principalmente verduras y frutas. 
– Avda. da Terra Chá, lugar donde se ubican los puestos de ropa y calzado. 
El día de la feria, la mayoría de las tiendas permanecen abiertas durante toda la mañana, sendo unha magnífica ocasión para ir compras cómodamente. 
El tercer martes de cada més (normalmente entre los días 17 e 23) tiene lugar el llamado “Feirón”, con características similares a la citada feria dominical, aunque con un marcado carácter comercial y no festivo. 
El martes y el viernes son los días de mercado en Vilalba, que es menor que la feria. En el comprado es posible comprar productos alimenticios locales de alta calidad, así como ropa, accesorios, etc."

La Vendedora representa a una mujer vestida a la manera de antaño que lleva sus productos a vender, obra del artista  José María Acuña López. En concreto vemos que lleva un capón (gallo castrado) en el regazo y, colgando de su brazo izquierdo, una pequeña cesta. Es la escena habitual en la famosa Feira do Capón, de la que leemos lo siguiente en la web del Concello:
"Los ejemplares de Capón de Vilalba se venden en la feria anual que se celebra antes de nochebuena. Cada feria, decenas de cestas de capones se aglomeran en la entrada al recinto ferial. Dentro de esta feria también se hacen entrega de 3 premios: mejor criador, mejor cesta, y por último, el mejor par."

Muy extenso y completísimo es el artículo que, en el blog de Xosé Luis García Mato, se le dedica al capón vilalbés, de él queremos traer aquí este párrafo, en el que menciona al mítico Álvaro Cunqueiro y este, a la vez, a los capones, os capós, de Vilalba:
"Con Villalba hemos topado, Sancho –podríamos decir parodiando a Don Quijote -. En efecto, hemos tropezado con Villalba a las primeras de cambio porque en modo alguno podría ser de otra manera puesto que, si bien es cierto que, dentro de España. Galicia en general y la provincia de Lugo en particular ceba buenos y abundantes capones en distintas y numerosas comarcas, son los capones villalbeses los que se han hecho famosos y han impuesto su fama – primus inter pares – sobre todos los demás tanto en España como en distintos puntos del extranjero. Los capones villalbeses, acostumbrados desde hace muchas décadas a viajar a Madrid y a Barcelona, hoy, con el desarrollo de la aviación –hasta hace años lo hacían solamente en tren- vuelan con Iberia a Inglaterra, Francia, Bélgica, Alemania...El año pasado, concretamente, se celebró una comida en la Embajada de España en Londres, figurando en el menú, como protagonista principal, el sabroso y lucido capón villalbés que tampoco deja de ser un aceptable y prestigioso embajador de nuestras tierras y de nuestras gentes, haciendo que con su presencia, en muchos hogares de españoles que, forzosamente, han de pasar la Navidad fuera de su país, la felicidad sea más completa o la tristeza menor.            
Del renombre que han alcanzado los capones chairegos y en especial los cebados en parroquias del Ayuntamiento de Villalba, se hace eco clamoroso el gran escritor mindoniense Alvaro Cunqueiro cuando en su libro A COCIÑA GALEGA –Editorial Galaxia, Vigo, 1973 – le dedica nada menos que cinco páginas –116,117,118,119,120- y escribe; entre otras cosas, en el gallego galano que le es característico: 
“Falo dos de Villalba, dos capóns das aldeias veciñas, e  da Terra Chá, e ate da Terra de Pallares e de Melide, e da Terra de Miranda. Pro os que agora andan na fala das xentes son os que de Xermade ou de Noche de San Xohán de Alba ou de Goiriz, se xuntan o dazanove de Nadal na feira capoeira de Villalba, ben estribados nas cestas, sober blancos mantéis, ben pelados e limpos, coa enxundía cravada con seis pauiños de abidueira mesmo no bispiño”"

Se trata de "un plato navideño de los de antes", tal y como lo titula La tienda de Lino en su artículo para El Español del 15-12-2020, donde se nos informa también de su repercusión en la economía local, historia y características de la raza:
"Si no conoce todavía el capón de Vilalba, es que pocas navidades ha pasado en tierras gallegas. Este preciado ejemplar de pollo comenzó a reinar en las comidas familiares de los gallegos desde hace casi medio siglo, y todavía lo sigue haciendo gracias a un proceso de selección, crianza y cuidado que le ha llevado a ser reconocido como un producto con Indicación Geográfica Protegida hace tan solo tres años, en el 2017. 
Pero la historia del capón no tiene tan solo tres años de edad, ni mucho menos. De hecho, es un animal que ha sido admirado y documentado desde la Grecia Antigua, aunque la crianza de este no fue una actividad desarrollada económicamente hasta el siglo XIX. Sin embargo, eso no significa que el capón no haya hecho sus pinitos en esto de la fama histórica. El mismo Aristóteles elogiaba en Historia Animalium el proceso de cría de este animal. También aparece el capón en las palabras de Cervantes, el Arcipreste de Hita, Quevedo o Álvaro Cunqueiro, algo de lo que no pueden presumir muchos platos tradicionales. 
Tantísimos años después, la exquisitez del capón sigue siendo la misma, pero su concepción en el mercado ha cambiado considerablemente. Tanto, que antes era considerado una moneda de curso legal. Era especialmente común en el pago de favores, y hay quien asegura que se sigue utilizando como moneda de cambio en algunos ambientes rurales. Sin embargo, lo más cercano a un intercambio de capones que podemos ver en la actualidad es el cupón conmemorativo que la ONCE dedicó a esta variedad de Vilalba el año pasado. Pero ¿qué la hace tan especial que sea de Vilalba?

Empecemos por lo básico. Si bien todos los capones son pollos, no todos los pollos son capones. Aunque la definición es bastante concisa (un pollo que se castra cuando es pequeño y que se ceba para comerlo), esta denominación de origen tiene un poco más de “chicha”. En 1935 comenzó a celebrarse cada domingo antes de Nochebuena en Vilalba (Lugo), la feria del capón del mismo nombre. Con el paso de los años, su crianza y técnicas se han ido estandarizando y regulando, dando lugar a un capón único en sabor, que se ha llevado las miradas de muchos aficionados culinarios en estos años"

Para poder entrar dentro de la calificación de Capón de Vilalba, se tienen que cumplir una serie de requisitos. El primero, es que el ejemplar de Gallus domesticus (el gallo de toda la vida, vamos) debe ser castrado antes de que alcance la madurez sexual. Además, este tipo de ave debe ser de la raza autóctona Galiña de Mos o de estirpes que compartan su rusticidad y su crianza al aire libre (durante unos siete meses). El día de San Martiño (11 de noviembre) los capones pasan a un recinto cerrado para ser cebados durante al menos 25 días, donde su alimentación pasará a ser una mezcla de maíz triturado y patata cocida, que puede ser sustituida por castaña. Su peso, tras ser cebados, supera a los de un gallo campero corriente, pesando, como mínimo, los 3,5 kilogramos. En estas fechas se ha popularizado tanto su consumo que contamos con la variedad tradicional “Capón de Nadal”, que suele aumentar su peso hasta los 4 kilogramos.

Para ser denominado Capón de Vilalba, además, debe tratarse de un capón criado, sacrificado y procesado en los ayuntamientos de Muras, Xermade, Vilalba, Abadín, Pastoriza, Guitiriz, Begonte, Cospeito o Castro de Rei, que conforman la “Terra Chá” lucense. El nombre de la I.G.P. se corresponde con Vilalba por ser el municipio que más reconocimiento ha brindado al producto, en gran parte por la Feria anteriormente mencionada.  

Tras su sacrificio, se sigue un riguroso proceso de desplumado (su piel es muy delicada) y escaldado, para conseguir los ejemplares tan vistosos (de llamativo color amarillo) que luego se presentan tradicionalmente en cestas de paja. Su precio oscila entre los 80 y los 120 euros, y normalmente sus ventas llegan a numerosos puntos del globo, expandiendo, una vez más, el buen hacer de la gastronomía gallega a nivel internacional.  

Para degustarlo, no hay nada como un buen capón asado en el horno, generalmente relleno de verduras o carne con pasas. Se trata de un plato que admite bien muchos cocinados, pero, una vez más, el enfoque tradicional es una victoria segura. Sin embargo, estamos ante un año atípico que no permite que muchas tradiciones sigan en pie, y una de esas es la Feria do Capón de Vilalba de este año, que debido a las restricciones sanitarias ha sido cancelada para asegurar el bienestar de vendedores y clientes. El pasado jueves 27 de noviembre se anunciaron una serie de medidas para intentar paliar el golpe que sufrirán las ventas de estas navidades (aunque con las previsiones del coronavirus, los ejemplares criados ya han sido menos que en otros años). Para ello, se pretende crear en la web del Concello un directorio con todos los criadores de capones que quieran aparecer para vender los ejemplares por teléfono e internet y mantener vivo el éxito navideño de esta ave.  
Al fin y al cabo, no hay nada como montar un pequeño pollo con la familia por Navidad."

En Vilalba: historia naturaleza y... deliciosos capones, el blog Haya publica una entrada dedicada a Vilalba en la que, entre otras referencias, ensalza, ya en el titular, a los capones:
"... una cita con 200 años de historia que tiene lugar días antes de la Nochevieja, cuando se venden al mejor postor estos excepcionales gallos de los que se da buena cuenta durante las fiestas navideñas. Por la mañana, en la plaza de la Constitución, se llegan a reunir unas 5.000 almas: hay quien puja y quién únicamente disfruta del espectáculo de la subasta. El capón cotiza al alza y la pieza puede superar fácilmente los 100 euros. El precio se justifica por el cuidado proceso de selección y censado de los animales, que antes de llegar a las cestas de subasta con 8 meses de edad, han sido criados primero en libertad y luego en sus caponeras, donde se les ceba manualmente con bolas de maíz mojadas en agua caliente. 
Antiguamente, estos capones eran moneda de cambio para pagar por rentas o tributos de vasallaje, hoy no es raro que sigan utilizándose para pagar favores. Ya saben, si tienen una deuda pendiente, quizá sea una buena idea liquidarla con una de estas piezas. Con suerte, el favor volverá a ustedes en forma de invitación para degustar, ya asado a manera tradicional, uno de los capones más sabrosos del mundo."

Justo en este lugar, en una esquina de la Torre dos Andrade, hubo una casa, que se construyó anexa a sus muros, que fue sede del periódico Heraldo de Villalba"defensor de los intereses de la comarca Villalvesa", según su lema, que se publicó entre 1916 y 1931, dirigido por el escritor y periodista Antonio García Hermida. Fue en este lugar donde se reunió aquella Primera Asamblea das Irmandades da Fala


La casa fue de las derribadas con motivo de la construcción del Parador de Vilalba, demolición llevada a cabo en 1966, un año antes de su inauguración, pero una placa la recuerda


Una placa colocada en noviembre de 2016 por el Instituto de Estudos Chairegos que, conmemorando el centenario de aquella reunión, nos informa de los participantes en aquella asamblea y que este inmueble hacía el nº 7 de esta rúa


La Torre dos Andrade, como no podía ser de su forma, tiene también su fantasma, o al menos eso se desprende de los testimonios recogidos por la periodista María Roca en su artículo para El Progreso titulado ¿Hay alguien más en la 301? y publicado el 7-1-2024:
"Cuando alguien tiene interés en buscar un alojamiento en Vilalba y busca información y opiniones sobre el Parador Nacional de la capital chairega, puede encontrarse algún comentario de anteriores huéspedes que puede generarle sensaciones muy distintas, desde la curiosidad hasta el miedo, pero que seguro no le dejará indiferente. 
Servicio, instalaciones, limpieza, atención del personal... son baremos habituales que se suelen valorar en las páginas web de reservas de alojamientos y que acompañan muchas veces a experiencias personales, algunas tan llamativas como la de un huésped del Parador que, tras hospedarse en las fiestas patronales de 2015 escribió: "La parte antigua de este Parador es la torre, el resto es un anexo moderno. Tuvimos la suerte de dormir en una habitación en la torre. La habitación más bonita y grande en la que he estado en un Parador. Y, para rematar, con fantasma. Por la noche algunas cosas cayeron al suelo sin explicación y mi móvil se encendió tres veces solo. Un 10 para el Parador". 
Y es que no son pocas las personas que, habiendo estado en la Torre dos Andrade, reconocían haber vivido situaciones extrañas -luces que se apagan sin razón aparente, objetos que se caen solos, ruidos desconcertantes...- e, incluso, tener la sensación de que hay la presencia de alguien más. 
Así, hay historias y anécdotas tanto de huéspedes como de trabajadores del Parador, como es el caso de Manuel Rubiños Ferreiro, que lleva en el alojamiento unas cuatro décadas y conoce profundamente todos sus entresijos y la historia de la torre y de sus moradores, los Andrade, lo que le ha llevado a ataviarse como druida o monje para hacer visitas guiadas por las instalaciones o recitar el conjuro de la queimada. 
"Cando empecei a traballar xa se oía a historia dun estranxeiro que viñera durmir e que, nun momento entre a noite e o día, veu pasar algo polos pés da cama. Pensou que era a muller que ía o baño, pero botou a man ao lado e ela estaba na cama", relata Manuel, que en los años siguientes fue recogiendo experiencias propias y extrañas sobre los supuestos fenómenos paranormales que se dan en la torre. 
"Os máis recentes son de xente que di que ten unha especial sensibilidade e que nota cousas, presenzas, que pode habitar aquí unha pantasma. Un rapaz dixo que na habitación 301 hai o espírito de dúas persoas de hai centos de anos", relata, y recuerda la conversación con ese huésped. 
Se trataba de dos chicos que habían venido a una feria medieval a Vilalba a actuar y se habían alojado en la citada habitación de la torre. Al día siguiente, Manuel les preguntó qué tal la noche y la respuesta fue inquietante: "Moi ben, pero non estabamos sós". "Pregunteille de broma se era que lles metéramos outro cliente equivocado e o amigo xa me dixo que o podía crer, porque o outro tiña un don para estas cousas. E dixo que o comprobara, facendo espiritismo e que contactara con eles e que era un matrimonio de hai centos de anos e que estaban moi contentos coa xente que viña por aquí", recuerda Rubiños. 
Un programador de la calefacción que se mueve, refrescos que se vuelcan solos estando en la mesa, móviles que se encienden sin tocarles... son otras historias que le llegan sobre esta habitación y que se unen a otra extraña situación que él mismo vivió. "A ventá da 301 vese desde o xardín e hai noites que ves a luz acendida. Miras o planning e aí non hai ninguén aloxado, así que pensas que quedou acendida, pero volves mirar e xa está apagada e ninguén foi alí", comenta Manuel, que añade que un compañero, en una ronda nocturna, escuchaba "como unha moa afiando coitelos" al pasar por al lado de esa puerta. 
Los sucesos extraños no se escapan ni de los teléfonos, con llamadas misteriosas. "Unha noite sonou o da centralita e chamaban do restaurante da torre, o Enxebre, e alí non había ninguén porque estaba pechado. E collín e só sentía "rrrrrrrrr". Fun mirar e non había nada, todo en silencio", relata. Pero no fue la única, ya que en dos ocasiones, de madrugada, al descolgar escuchó al otro lado: "Hola, buenas noches señor. Estoy sola en el mundo y necesito contarle mi vida a alguien, tengo mucha tristeza". "Dinlle largas e colguei", dice el druida del Parador, que reconoce que cuando hace la queimada "nótase algo no ambiente, pero algo bo", y que en algunas fotos sacadas al conjurar en la parte de abajo del torreón salen "orbes ou luces anómalas". 
Muchos señalan que las razones por las que los espíritus moran en la torre de Vilalba pueden ser porque haya ocurrido en la zona algo impactante sobrecogedor. "Manuel Mato Vizoso dicía que todo ao redor de Vilalba se atopaban vigas e tellas queimadas, que podían ser restos dunha gran desgraza", sugiere Manuel. Las conjeturas pueden ser muchas, pero para saber más, quizás lo mejor es ir directamente a experimentarlo. ¿Quién se anima?"

La estructura de las almenas, adelantadas y apoyadas sobre canecillos, luce en lo alto con todo su esplendor pues fueron reconstruidas al hacerse el parador. Allí a sus pies hay también un elemento sobresaliente que se sostiene sobre un apoyo similar al de dichas almenas


Se trata de la letrina, que por lo general estaba en el piso más alto o uno de los superiores, donde solía ubicarse la planta más señorial y habitable. Esta desaguaría fuera de la torre (otras lo hacían por un hueco vertical interior a un pozo negro, dentro de los cimientos), a lo que sería el patio de armas del antiguo castillo


Más arriba, sale al pie de las almenas un canalillo de piedra que vertería al exterior las aguas sobrantes de las lluvias, evitando que se encharcase la cubierta, donde estarían vigilantes y centinelas. Se dice que a veces ciertas estructuras podían ser tomadas por los atacantes como parte del dispositivo defensivo de la fortaleza, perteneciendo, en realidad, al sanitario. Otra cosa es que, a través de sus huecos, pudiesen ser empleados también como tales elementos de defensa


Tras mirar arriba, volveremos a mirar abajo, donde vamos a encontrarnos con otro elemento muy importante en esta misma pared, pero casi a ras de suelo


Se trata del escudo de armas de los Andrade, linaje de la aristocracia gallega cuyo apellido parece tener clara filiación toponímica (Andrade es una parroquia de Pontedeume, A Coruña) que surge con fuerza y ejerce gran influencia en Galicia. Ramas de la familia se extienden por buena parte de España, Portugal, y de allí saltan a América


El escudo aparece sostenido por dos ángeles y estuvo en el antiguo Castelo de Vilalba. Está muy gastado y es difícil ver sus armas y detalles pero sí se perfila la línea diagonal de su banda que sale de la boca de dos dragones, uno arriba a la izquierda y otro abajo a la derecha

De Echando una mano - Gran Enciclopedia Gallega, CC BY-SA 4.0

Este sería el escudo completo en una de sus versiones más extendidas, "A día de hoy, las propiedades que en su día pertenecieron a los condes de Andrade y Villalba forman parte de las muchas otras posesiones de la Casa de Alba", nos dicen en Wikipedia, a la vez que rastrean los orígenes del apellido:

"De Betanzos (La Coruña), descendiente de uno de los cinco caballeros que trajo en su armada el caudillo (godo) don Mendo de Rausona, hermano del rey Desiderio, último rey de los longobardos en Italia. Se enlazó con los condes de Lemos por el matrimonio de doña Teresa de Andrade (hija del primer conde de Andrade y de Villalba), con don Fernán Ruiz de Castro, conde de Lemos y primer marqués de Sarria. Este linaje se extendió por toda EspañaSoriaGuadalajaraToledoTalavera de la ReinaCáceresBadajozCanarias, y posteriormente, Portugal y América. 

Traen por armas: De sinople, una banda de oro engolada en cabezas de dragones del mismo metal. Bordura de plata con el lema en letras de sable "AVE MARIA GRATIA PLENA". Los de BetanzosSantiago de Compostela y Vimianzo (La Coruña) traen: En campo de oro, tres lobos, de sable, puestos en palo."


Según esta placa colocada en mayo de 1982, el escudo de armas fue donado al pueblo de Vilalba por las familias de Ramón Cillero y Carlos Mourele y, entre otras cosas, se lee "perteneciente al antiguo castillo fortaleza del año 1886", por lo que suponemos fue una de las piedras que se sacaron de él cuando fue declarado cantera, milagrosamente conservada por quienes tuvieron inquietud de hacerlo



A la izquierda de la placa, doblando la esquina a la siguiente pared de la torre, está la entrada al Restaurante Castelo dos Andrade, especializado en cocina tradicional gallega, por lo que es denominado Oráculo de la cocina lucense. Leemos en su web:
"El Restaurante Castelo dos Andrade se ubica en la señorial Torre del Parador. En nuestra carta encontrarás platos tradicionales como el pulpo á feira, la empanada y deliciosas filloas rellenas. Entre otras especialidades te sorprenderán también los croquetones de jamón o el pescado en caldeirada, carnes como la costilla de porco celta y sabrosos postres de nuestro obrador."

Estamos en la entrada al parador, antaño aquí había un puente levadizo que comunicaba la torre con uno de los torreones del desaparecido castelo


Justo encima de la puerta, reformada, de arco de medio punto, en el primer piso, descubrimos los huecos de las cadenas o cuerdas que formarían parte del mecanismo de elevar y bajar dicho puente levadizo


En cuanto al restaurante hemos de decir que está incluido dentro de Los mejores restaurantes de Vilalba para comer y cenar por El Progreso de Lugo de fecha 15-9-2023:

"El majestuoso y elegante Parador de Vilalba se encuentra en un castillo medieval que forma parte del Camino del Norte a Santiago. Este impresionante parador está ubicado cerca del Museo de la Prehistoria y Arqueología de Vilalba y ofrece una amplia gama de servicios, incluyendo un hotel, restaurante, cafetería y un hermoso jardín.

El restaurante del Parador está ubicado en la torre del castillo y presenta un encanto único con su techo abovedado y una terraza con vistas excepcionales. Además del restaurante, el Parador cuenta con un acogedor bar y un jardín que invita a la relajación. El restaurante, conocido como Restaurante Enxebre Castelo dos Andrade, se especializa en platos tradicionales gallegos que deleitan los paladares de sus comensales. Entre las delicias que ofrece se encuentran el pulpo a la gallega, la empanada gallega y las exquisitas filloas rellenas.

Las especialidades de la casa incluyen los irresistibles croquetones de jamón, pescados preparados en caldeirada, jugosos cortes de carne como el lomo de ternera a la parrilla y postres deliciosos elaborados en su propio obrador. Disfrutar de una comida en el Restaurante Enxebre Castelo dos Andrade es, sin duda, un auténtico lujo que combina la tradición gallega con un entorno histórico y sofisticado."


El crítico gastronómico Alfredo Varela, por ejemplo, realiza un buen reportaje de este restaurante en su blog Gula Gastronómica con fecha 24-12-2019, del que aportamos lo siguiente:
"El restaurante ENXEBRE está ubicado en la planta baja del Parador de Vilalba. Como buen torreón medieval, la estética del comedor conserva este mismo estilo medieval-rústico con mucha madera, piedra y paredes adornadas con utensilios típicos de la cultura tradicional gallega. Ambiente muy acogedor y servicio de buen nivel. La carta es de temporada y está muy centrada en platos elaborados con ingredientes y materia prima autóctona de Galicia. Carta no muy extensa, pero con propuestas atractivas, originales y que creo pueden satisfacer a todo tipo de paladares. No es un restaurante barato, pero tampoco con precios desorbitados en función de la calidad tanto de la comida como del servicio. Las raciones son grandes y en algunos platos hay la posibilidad de pedir 1/2 ración."
(Ponemos la fecha pues estos establecimientos pueden cambiar de cocina, gerencia, precios, etc., cada cierto tiempo)


Sobre el parador, aparte de páginas propias de la red de paradores y de entidades especializadas, hallaremos abundantes opiniones y artículos de personas particulares que narran sus impresiones, entre ellos podemos traer a colación, por sus numerosas y buenas fotografías, en el que publica en Mais Grelos el viajero, narrador y fotógrafo Alberto Ribas que, entre otras muchas cosas, escribe párrafos como estos:
"Al Parador de Vilalba,  fui invitado por mi amigo Rubén. También aproveché la visita para desvirtualizar a tres personas que conocía de redes sociales  y que también trabajan en el Parador que eran Marcos Dominguez, Laura Verez y Raquel."
Pase allí un par de días y me gusto la experiencia. No soy cliente asiduo de los Paradores, pero tampoco sé el porque, así que tendré que ir cambiando mi mentalidad y ir conociéndolos un poco más.  
Este Parador de Vilalba  tiene dos partes, una parte antigua que es un Torreón Medieval del siglo XV y otra parte más reciente, si podéis reservar en la parte del Torreón donde hay 6 habitaciones, os lo recomiendo, yo me aloje en la habitación 305. (...)
Me gusto la parte de desayunos, además de hacer promoción de productos locales como quesos o dulces , tenían productos sin gluten y otros destinados a clientes con intolerancias alimenticias. 
La noche anterior, había compartido cena en el Restaurante Enxebre del propio Parador de Villalba , donde el Chef Marcos Dominguez, a quien había ido a conocer, nos preparo diferentes platos de la carta, centrada en cocina gallega. También tuve la oportunidad de probar la Tapa ganadora el Concurso de este año del Queso San Simón da Costa. 
Además de comer y dormir estupendamente, di un paseo por el Río Magdalena en Vilalba, os lo recomiendo, ya que es una pasada, (...). Para los que vivimos en Galicia y estamos viendo todo el día ríos, agua y bosque, nos puede parecer normal, pero yo recomiendo la visita, además que esta muy bien conservado y es una extensión bastante grande  y un paseo precioso."

Vamos a fijarnos ahora, arriba, en los vanos de esta pared de la Torre dos Andrade en la que estaba su portada de acceso, a la que nos acabamos de referir


Los demás huecos, siempre pequeños, son similares a los de las paredes que ya hemos visto, aunque no siguen su misma disposición


Están en los pisos superiores, los más inaccesibles, el que la torre no hubiese sido transformada, como tantas otras, en palacio-casona, como fue habitual a partir del siglo XVI, contribuyó a su preservación


La torre es sometida periódicamente a tareas de mantenimiento y restauración siendo sin duda alguna el emblema de Vilalba por excelencia y por ello merecedora de esta obligada visita para el peregrino amante de las cosas que halla en el Camino. De ella leemos también lo siguiente en la página del Parador de Turismo, bien descrito y con sensibilidad:
"Donde la historia y la naturaleza confluyen y el patrimonio cultural evidencia la personalidad histórica de unas tierras alejadas del ruido de la gran ciudad, se ubica la tranquila Vilalba. Aquí, en el transcurso del Camino del Norte a Santiago, te espera un impresionante torreón, legado de la Galicia medieval que hoy forma parte del Hotel Parador de esta localidad lucense, capital de la fértil comarca de la “Terra Chá”. La estructura del hotel ofrece espacios recoletos y acogedores; en la torre, 6 magníficas habitaciones comparten su estilo medieval con el Salón de los Andrade, decorado con pinturas murales y escudos de armas. En la parte baja de de este salón se encuentra el nuevo espacio gastronómico Enxebre, un lugar para disfrutar de la gastronomía de la zona. Al lado de la majestuosa torre, en un edificio de piedra de estilo regional, se ubican el resto de las habitaciones, el bar, el restaurante de banquetes y otros espacios comunes. Entre los dos edificios un tranquilo jardín con las mejores vistas al torreón"

Frente a la torre, a la izquierda de la rúa, Purriño Fotógrafos, veterana empresa de retratistas fundada en los años 1960 por Valentín Purriño y esposa Asun, padres de la segunda generación que está ahora al frente del negocio, la de Yolanda e Inma Purriños, que dicen de sus progenitores que "llevaron su negocio siempre con muchísimo amor y así nos lo transmitieron a nosotras", tal y como declaran en su página web, a lo que añaden:

"Nos gusta entregarnos al cien por cien, siempre disfrutando de las personas que retratamos y nos confían sus recuerdos.

Nos consideramos personas sensibles y con mucha ilusión por la vida y así intentamos que se refleje en nuestras fotografías.

Aprendemos cada día cosas nuevas, intentamos estar siempre innovando porque nos apasiona lo que hacemos y nos hace felices, y aunque llevamos muchos años dedicadas a esta profesión seguimos con la misma ilusión que el primer día."


De su padre, Valentín Purriños, nacido en Labrada (Guitiriz) en julio de 1949, nos encontramos esta excelente biografía en Galegos de Galicia Digital:
"Proviene de una familia humilde y a los doce años comienza a sentir curiosidad por la fotografía, quería descubrir por que podían salir fotos de una cámara tan pequeña. Como no tenía dinero decidió dejar su casa y marchar a la siega a Castilla, en busca de pesetas para ayudar a su madre y al mismo tiempo poder comprar su primera cámara fotográfica, que adquiere en Lugo a los trece años, con la intención de realizar fotos al público por romerías y ferias, algo que le llamaba mucho la atención. 
Así empezó la odisea como autodidacta, pero la cosa no daba para gastos y hubo que continuar yendo en verano a Castilla durante tres años más, y en el invierno quedaban días para ir a la escuela. 
El interés era tan grande que compró una enciclopedia de Agfa, “La fotografía es fácil”, y con ella descubre un mundo que le fascinaría para siempre. En aquellos tiempos no había medios para estudiar de otra manera, y siendo del rural como él, menos, pero las ganas y la enciclopedia hicieron que de ahí saliese toda la creatividad. Aprendió a usar la sensibilidad de las películas, los factores variables del contraste, la lectura fotográfica, a componer sin caer en la monotonía, etc... a crecer como fotógrafo. 
A los 15 años, en 1964, compró una cámara mejor, las cosas comenzaban a funcionar. Nada se podía dejar al azar, siempre fue una persona que se exigía mucho a sí mismo, recuerda que a menudo es preciso alejarse de la realidad forzando los elementos a nuestra disposición para obtener unos efectos interesantes y deseados en las imágenes. 
A los 17 años en 1966 abrió su primer estudio fotográfico en el núcleo urbano de Momán (Xermade), importante por sus ferias. Allí montó su propio laboratorio para revelar sus trabajos en blanco y negro, eso era magia pura y una gran satisfacción. 
A los 18 años consiguió sacar el carnet de fotógrafo profesional, otorgado por el gobernador civil, algo que permitía estar regulado, y controlar que no hubiese más fotógrafos de los permitidos. 
Ahora empezaba todo a ir bien, el trabajo no faltaba y consigue el dinero para sacar el carnet de conducir y comprar un Seat 1500. Así podía moverse por todas las parroquias, hacer los reportajes sociales de la zona, e ir a las fiestas para fotografiar, a las bodas y a todos los ayuntamientos donde se renovaba el DNI (allí mismo se hacía cola para hacer las fotos y cubrir los impresos que él mismo gestionaba). 
Así estuvo 6 años, hasta que con 24, en 1973, se casó con Asunción y se trasladó a Vilalba, donde el mercado era mucho mayor. En 1974 abrió su nuevo estudio en el pueblo, en la plaza Coronel Pena, conocida como la plaza de los huevos. Durante un año, hasta que nace su primera hija Yolanda, compaginó el trabajo de su vida con ser conductor de autobús, repartiendo a los trabajadores de Endesa y a los niños de los colegios, y recogiéndolos al acabar la jornada. Pero era muy agotador porque a esto había que sumar que los fines de semana eran los eventos y las fiestas, y además su mujer y él adquirieron un coche de helados, con el que recorrían fiestas y fiestas, y mientras que Valentín hacía fotos, Asunción vendía helados. 
En estos tiempos nació su segunda hija, Inma, y poco a poco el negocio del estudio iba creciendo, así que se cambiaron para la calle Valeriano Valdesuso, donde están actualmente, frente al Parador. 
Poco a poco ese amor que Valentín tenía por la fotografía supo transmitirlo a toda la familia, y tanto su mujer como sus hijas lo acompañaron y aprendieron con él ese amor incondicional a la profesión. 
A finales de los años 80 y comienzos de los 90 es portada de una revista de tirada nacional como era Foto Ventas, por lo adelantado a los tiempos que iba Valentín, xa que tenía un gran laboratorio en el que podía imprimir en color como él quería, cuidando desde el primer paso como era revelar la película hasta finalizar la imagen con el papel adecuado a cada una. 
Sus hijas Yolanda e Inma cursan en el Mestre Mateo el ciclo de fotografía artística que complementan con Congresos y masterclass, y después de sentirse preparadas se incorporan a la empresa familiar, Purriños Fotógrafos, que hoy en día consta de un estudio en Vilalba y otro en Lugo. El amor que sus hijas adquirieron por la fotografía hizo que animasen a su padre a presentarse a diferentes concursos, como los premios Goya de fotografía, el premio de la Comunidad Valenciana, el premio de la Comunidad Foral de Navarra o el Premio Principado de Asturias, quedando nominado en varias ocasiones, y siendo ganador del premio de la Comunidad Foral de Navarra en el año 2003. Pero lo más importante no era eso, sino que era un proyecto común que entre todos sacaron adelante y dieron continuidad a algo que comenzara en la juventud de Valentín, sin saber como iba a salir y hasta donde iba a llegar. 
También fue nominado Fotógrafo Distinguido por la Federación Española de Fotógrafos Profesionales. Esto se consigue gracias a presentar durante varios años obras a calificar y obteniendo una muy buena puntuación por el jurado. No se trata de un premio, sino que indica el nivel que tiene el trabajo de un profesional, es decir, es mucho mejor que un premio, al igual que el Certificado de Calidad Fotográfica otorgado también por la Federación. 
A día de hoy vive la fotografía para gozar de ella, y aún estando jubilado no puede dejar la cámara."

En otra de las crónicas de Xosé María Palacios para La Voz de Galicia es este gran artista de la fotografía el protagonista de su artículo del 31-8-2008, que encabeza con el titular Muchas vidas ante sus ojos:
"Valentín Purriños, natural de Labrada (Guitiriz), fue cuatro veces, de los 11 a los 14 años, a segar a Castilla. Lo movía una curiosidad. «Vía aos fotógrafos polas festas e quería saber por que saían as fotos desas caixas. Comprei a primeira cámara e descubrino», dice. Por 400 pesetas -que, recuerda, «daquela xa che eran cartos»- adquirió en Lugo una Kodak.
En Momán (Xermade), que tenía una feria cuya importancia en aquella época compara con la que hoy pueda tener la de Castro de Ribeiras de Lea, abrió su primer estudio. Alquiló un bajo y empezó a ir a las fiestas en bicicleta y en autocar, aunque pronto modernizó sus medios de transporte. Con 18 años compró una Montesa de 175 centímetros cúbicos que en solo dos años, de ir a lugares de festejos y a salas de fiestas, elevó el cuentakilómetros a 110.000. 
As Pontes, Ferrol, Betanzos o Lugo eran algunos de los destinos del joven fotógrafo, que pronto ampliaría de dos a cuatro las ruedas sobre las que movía el motor que lo llevaba de un lado a otro: su primer coche fue Seat 1500. No sería ese el único cambio importante, ya que se casó. 
Su esposa, nacida en Cazás (Xermade), se aficionó a la fotografía tras la boda. El matrimonio se instaló en Vilalba en 1974. Puede decirse que la sombra de los Andrade los acoge, ya que tanto el primer estudio, situado en la praza dos Ovos, como el actual, ubicado en Valeriano Valdesuso, están muy cerca de la emblemática torre medieval. 
Purriños recuerda que el interés por una fotografía era entonces un súbito impulso. «Víante nunha festa -afirma- e calquera grupo de amigos che pedía unha foto. Non era unha necesidade, era un impulso». 
Sus hijas Yolanda e Inma han crecido entre cámaras, carretes y flashes. Igual que los negativos han dejado paso a las tarjetas, y los procesos de revelado, a las descargas de imágenes en el ordenador, hoy la gente parece planificar más el momento y el lugar en que quiere ser fotografiada, aunque eso no parece significar que imponga completamente los criterios al que inmortalizará el momento. 
«Te dejan bastante vía libre», dice Inma. Esa vía libre ha permitido a las dos hermanas cultivar una carrera profesional enriquecida con numerosos premios. Inma admite que su «obra de autor» son los paisajes, y confiesa que siente debilidad por lugares como Turquía o Egipto. Yolanda, en cambio, ha elegido el retrato como campo que da rienda suelta a su pasión. No importa, explica, que el fotografiado sea conocido o no, pero sí que el autor saque el mejor partido de la persona colocada ante su cámara y que supedite su idea del retrato a las características de cada uno. 
Asunción, esposa y madre de profesionales de la fotografía, comenta que en casa se habla mucho de fotos. Cabe deducir que una imagen da para muchas palabras."

Pasando frente al escaparate de Purriño Fotógrafos, caminamos hacia otro negocio con solera en Vilalba, el de Lanas Pingüin, fundado en 1979. A Valentín Purriño, con motivo de su galardón del Trofeo Fonmiñá de la Semana do Cine de Autor de Lugo en reconocimiento a una larga trayectoria profesional, María Roca, de El Progreso, le realizaba esta magnífica entrevista que podemos ver completa en la edición del 28-9-2021:
Como recibiu a noticia da homenaxe?

Chamoume Xulio Xiz para dicirme que se acordara na asociación Fonmiñá concederme este recoñecemento e se o aceptaba. A unha cousa destas sempre se está disposto, como a todo, con agradecemento e ilusión.

Como recorda os seus comezos no mundo da fotografía?

Empecei quizais un pouco por intuición. Había un fotógrafo preto de onde nacín, José Lobeiras, dos Vilares, que viña ás feiras a Momán e ás festas cunha cámara que había que meterse nela e de relevado instantáneo. Sempre me chamou a atención, como a curiosidade dun neno. Para empezar foi moi fastidiado, fun dunha familia humilde e tiven a oportunidade de ir ás segas a Castela con doce anos, e trouxen 11.000 reás. Cando volvín e me baixei na estación de tren en Lugo, fun ao centro e comprei unha cámara fotográfica, a primeira que vin. Cheguei con ela á casa escondida baixo a chaqueta para que non ma vira ninguén.

E empezou a usala.

Ía ás festas facer fotos á xente, parellas, nenos... a quen se puxera. Despois mandábaas revelar a Lugo, A Coruña, Vilalba... Tiven a vantaxe de que nunca me sentín rexeitado pola xente nas festas ou sitios onde me presentaba, sempre fun ben recibido. Continuei indo tres anos máis a Castela e cambiando a cámaras mellores. Sempre fun un autodidacta un pouco sacrificado. Cando puiden, comprei a enciclopedia ‘La fotografía es fácil’ de AFHA, que aínda teño e na que se seguen aprendendo cousas, para seguir mellorando.

E xa foi o seu medio de vida.

Con 16 anos montei un estudo no campo da feira de Momán, onde estiven nove anos. Aí estiven un pouco clandestino (ri), ata que conseguín o carné de fotógrafo. Como non tiña moi á man o de revelar, o seguinte que pensei foi mercar un laboratorio de revelado e empezou a irme mellor e vinme para Vilalba, no 74.

Desde entón, o mundo da fotografía cambiou continuamente. Como levou a adaptación?

Levei ben todos os cambios, porque nunca me puxeron respecto ou medo os avances da tecnoloxía. Sempre pensei que eran para mellor. Xa no 82 fun visitar unha fábrica a Birmingham de laboratorios de maquinaria para revelado en cor e despois montei o primeiro laboratorio en cor en España como un estudo particular. Sempre fun amigo de probar novas tecnoloxías e nunca me quedei atrás. Pasoume igual co vídeo, buscando os mellores equipos. Sempre me gustou a tecnoloxía punteira.

Cal cre que foi o avance máis importante na fotografía?

Cada momento tivo a súa importancia. A foto en branco e negro segue sendo bonita hoxe, ben feita, e despois veu o color, que facía ver as cousas diferentes. O vídeo tamén tivo moitísimos cambios, porque ao principio a calidade deixaba moito que desexar. A primeira imaxe dixital que vin foi en Colonia, Alemania, nunha feira de fotografía, hai uns 30 anos e chamárame moitísimo a atención. A primeira cámara dixital daba só 1,2 megapixels, pero era toda unha novidade.

Que é o que máis lles piden os clientes?

Un pouco de todo, pero o que máis son sesións de estudo, fotos con gusto, estilo, calidade, unha fotografía profesional de verdade.

Cre que coa dixitalización a fotografía se universalizou de máis?

Creo que agora as persoas pensamos que todos sabemos de todo. Pasa coa fotografía e con todo. E non é verdade, a fotografía non é só ter unha cámara fotográfica. Ás veces os clientes quédanse mirando para ti e a cámara que levas e din: ‘Con esa cámara calquera fai fotografías’, e non é verdade. A cámara é unha ferramenta importante, pero hai que ter coñecementos para sabela usar, das técnicas e un ollo fotográfico. Coa fotografía dixital ás veces cométense verdadeiras barbaridades.

Como cales?

Pénsase que despois con Photoshop xa se arregla e non é así. Se é unha foto mala, pouco se pode arreglar. Se está ben, é fácil.

Que lle diría á esa xente que confía en familiares e amigos con cámaras dixitais para inmortalizar días importantes como bodas ou bautizos, por exemplo?

Cada un pode facer o que considere, pero, como se soe dicir, pasou o día e pasou a romería. E se non hai outra cousa, ten que valer o que hai. E ás veces pasa iso.

Perdeuse a maxia ou o factor sorpresa das fotografías?

Agora tómanse máis fotos ca nunca. Ves un acontecemento e está a xente co móvil facendo fotos, e antes só vías un par de cámaras. E todo o mundo ten foto do mesmo, pásaa polas redes sociais a outros e non a volve ver máis. A xente non se dá conta de que dentro duns anos ninguén vai ter fotografías, cando revelar unha foto é hoxe máis barato ca nunca. Confíase todo ao disco duro, á nube... e ten os seus riscos porque poden fallar.

As súa fillas Yoli e Inma levan agora o estudo. Como foi ese relevo?

Veulles a elas de forma natural. Ás veces non había con quen deixalas e quedaban no estudo coa súa cámara facéndose fotos unha á outra. Era unha cousa que vían todos os días. Nunca as forcei para que fixeran isto, foi cousa delas. Estudaron fotografía e eu ensineilles todo o que sabía e aínda hoxe seguen formándose con cursos e congresos por toda España cando baixa a época de traballo. Cando foron máis maiores, sempre lles deixei mandar un pouco. Creo que en moitas empresas non hai continuidade de pais a fillos porque moitas veces é máis culpa dos pais que dos fillos, porque non lles deixamos o mando, que poidan decidir e probar e equivocarse, que é como se aprende.

Levan moitos premios e nominacións polo seu traballo, como se sinte?

A xente pódese imaxinar o satisfeito e contento que se pode sentir un pai ao ver unha xeración que vén detrás empurrando un pouco forte como elas. Quizais é porque están facendo o que a elas lles gusta a razón de que teñan os seus éxitos.

Cal foi a súa primeira cámara?

Era unha cámara normal, de carrete, e levaba un flash de bombillas. Eu trouxen unhas 2.750 pesetas de Castela e cheguei á casa case cos cartos todos, costaríame unhas 200. Pero era como unha hipoteca, porque cada foto que facías queimabas unha lámpara de flash.

Podería dicir cal foi a súa mellor foto?

É complicado, sobre todo valorado por min, porque levo feito tantas... Para min todas eran boas.

E a peor?

Iso tenme pasado moitas veces, cos carretes. Aínda que puxeras todo o interese era fácil que unha foto non respondera co que tiñas pensado.

Que tipo de fotografía prefire?

Sempre me gustou a fotografía de estudo, pero a de reportaxe tamén, onde tiveras que ir sobre a marcha, improvisando cada momento.

Cal é o mellor lugar para facer fotos?

No estudo tes dominio total da luz, controlas ti cousas que no exterior non podes controlar. Nos exteriores, o máis complicado é facer fotos cando hai sol. Aínda que en Galicia somos privilexiados, porque hai unha luz moi tamizada, moi gris, suave, e iso é importante en fotografía.

Ten algunha afección?

Nunca tiven tempo para ter algunha. Só como escape, no tempo libre, os cabalos, quizais porque nesta profesión necesitas ser moi constante e o cabalo é un animal que a súa compañía é moi relaxante. Cando estou con eles reláxome, non necesito ramal nin fusta para levalos, só coa voz xa nos entendemos. Teño chegado dunha voda ás dez da noite canso e ir facerlles unha visita e volver fresco para empezar de novo. Precisamente un dos premios que tiven, o da Comunidade Foral de Navarra, foi cunha foto deles.

Algunha anécdota especial?

Hai moitos anos, recén establecido neste local, era a festa de Insua e había primeiras comuñóns e quedara de ir, pero era un día por semana, o 24 de agosto, o San Bartolomeu. A tenda estaba aberta e nese momento chea de xente e eu olvideime, nin mirei reloxo nin axenda. E entón entra un dos pais e ao velo xa me din conta, e dime: ‘A ver, que está o cura esperando por ti para empezar a misa’. Collín a cámara e arranquei ao momento."

Sus hijas, Yolanda e Inma Purriños, han sido también varias veces galardonadas, recibiendo un homenaje del Concello de Vilalba en marzo de 2017, del que daba cuenta, también para El Progreso, la periodista Marta Mancebo:
" El Concello de Vilalba rindió un sentido homenaje este viernes, en el salón de plenos de la casa consistorial, a las hermanas Inma y Yolanda Purriños, "dúas profesionais da fotografía de gran prestixio que levan o nome do seu pobo polo mundo enteiro". 
Así fue como las definió el regidor, Agustín Baamonde, quien confirmó que con este acto se cumplía "unha débeda de gratitude" con dos mujeres que ingresarán en el listado de vilalbeses ilustres, por su intachable trayectoria y por "unha obra que as avala e unha fama que as precede". 
Ante la cercanía del Día Internacional da Muller, Baamonde aprovechó la ocasión para situar a Inma y a Yolanda "como un exemplo" de lucha por la igualdad y la superación. Durante el acto, organizado por la concejalía de cultura, las homenajeadas quisieron decir unas palabras al numeroso público que se agolpó en el salón plenario, para agradecer, como dijo Yolanda, "este recoñecemento, moito máis especial que calquera premio, que che toca de verdade o corazón". 
Su hermana Inma también dio las gracias por el homenaje y recordó que viva donde viva "sempre serei vilalbesa e representarei ao meu pobo alá onde me leven as miñas fotografías". 
Durante su discurso, las homenajeadas destacaron el papel fundamental que tuvieron sus padres en su pasión por la imagen y la creatividad, un aspecto al que también se refirió el alcalde, rememorando los inicios de Valentín Purriños, al que calificó como "un auténtico innovador e revolucionario" en el mundo de la fotografía en Vilalba, donde instaló su primer estudio en la Praza Coronel Pena. 
Para recordar este día, la corporación municipal, con presencia de todas las fuerzas políticas, hizo entrega de unos detalles a las jóvenes fotógrafas, entre los que se incluyeron una réplica de la Torre dos Andrade, un diploma y un ramo de flores."

Esta rúa dedicada a Valeriano Valdesuso, como dijimos el último propietario de la Torre dos Andrade, fue de las que se abrieron al demolerse las murallas medievales que protegieron la villa en el siglo XIX. Hemos de echar de nuevo mano del periódico El Progreso para que María Arias nos haga una idea de como fue  El pasado de la antigua Vilalba amurallada, que es como titulará su artículo del 8-10-2017, contando para ello con el erudito Eduardo Ramil:
"Apenas queda nada a la vista, pero en otra época, Vilalba, como Lugo o Ávila, contó con una muralla defensiva que hoy casi cuesta imaginar. Aunque por falta de documentación es difícil datar su construcción, hay que viajar hasta la Edad Media para situar sus orígenes. 
"A finales del siglo XII se habla de una puebla amurallada, pero no sabemos si esa muralla era más pequeña, más grande o si coincide con la del siglo XIX. Podría ser de estacas u otra", explica Eduardo Ramil, responsable del Museo de Prehistoria e Arqueoloxía de Vilalba, que asegura que no hay muchas crónicas de la época. 
"Conocemos que a mediados del siglo XIV hay una serie de asedios al castillo y podemos intuir que hay una muralla exterior que defiende la villa", explica el historiador, que indica que la estructura, de 450 metros de perímetro, medía seis metros de alto. 
La villa intramuros tenía una superficie de algo más de 15.000 metros cuadrados y en ella se situaban edificaciones como la capilla románica, ubicada donde está la iglesia de Santa María, o el antiguo hospital de Santa Catalina. 
"En el siglo XIX empiezan a interesarse por la muralla varios aficionados a la historia local", dice Ramil, que asegura que no todos tienen rigor histórico y que son más aproximaciones a cómo pudo ser una construcción desconocida para la mayoría. Hay estudios publicados de Manuel Mato Vizoso o Antonio Peña Novo y más recientes, del topógrafo José Manuel Abel Expósito, que publicó en el Boletín del Museo Provincial, o de la arquitecta vilalbesa Vanesa Cotoya, que hizo un trabajo sobre la fortaleza que editó el Iescha. 
La muralla de Vilalba, explica Ramil, tenía dos puertas principales, la de arriba —hoy Porta de Cima— y la de abajo, en la Ferrería. Ambas tenían adosadas pequeñas torres para los cuerpos de guardia y la muralla estaba reforzada por otros "torreoncillos" jalonados. Pero con el tiempo se abrieron otros accesos, nuevos espacios para conectar la vida intramuros con el exterior. 
"Se hizo un paso, el del Poxigo —le dio nombre el modelo de puerta tradicional que se instaló— al lado de la iglesia de Santa María, para comunicar la villa con una cantera en el actual barrio de As Pedreiras, donde se instaló el primer basurero de Vilalba, y otro más en la Roxeira, que ya no tenía puerta", describe Ramil."

Por entonces, aún sin haberse desarrollado los valores por la historia y el patrimonio, era más vista como un incordio urbanístico que como otra cosa, además de traer el recuerdo de los tiempos del dominio feudal de esta población y su territorio:
"A nivel estatal, hasta finales del siglo XVIII, las murallas tuvieron una función militar, pero con los avances de la artillería —los cañones podían sobrevolar la altura—, dejan de tener sentido, por lo que, avanzado el siglo XIX, Isabel II decreta los derribos de muchas porque constriñen la evolución de las ciudades", explica Ramil, que apunta que Vilalba, que era señorío, dejó de serlo después de que las Cortes de Cádiz abolieran el régimen señorial en 1811.

Con su caída, como en otros muchos lugares, empezó a deshacerse poco a poco la muralla, que tuvo menos suerte que la torre, que pese a estar en riesgo en varias ocasiones y pasar por muchas manos —los Lemos, los Andrade o la Casa de Alba—, consiguió superar los avatares del paso del tiempo.

"La muralla deja de ser un elemento defensivo para convertirse en un incordio urbanístico, ya se concibe como un estorbo, un corsé, y un símbolo del yugo de los nobles", resume el historiador vilalbés, que explica que los muros se van demoliendo poco a poco "para comunicar la villa con el exterior", que va creciendo y modernizándose, y nuevos accesos se unen a los cuatro que ya existían, como otro por Alférez López y uno más por Valeriano Valdesuso."

A la derecha, una casa con hermosos balcones de forja y, arriba, hermosa galería sobre la rúa y ante la Torre dos Andrade. Es la de la Mercería Mercedes, que abre sus puertas en el bajo


Más elegantes balcones de hierro forjado en las casas de la izquierda y galerías en sus pisos altos, construidas cuando se abrió esta nueva calle sobre los cimientos del castillo y las murallas


Esta estructura de las galerías parece presentar cierta simetría a ambos lados de esta rúa que nació, como otras, tras derribarse castillo y murallas. Lo que nos hace pensar, una vez más, que la torre del homenaje de la fortaleza se salvó por los pelos


A nuestra, otra referencia comercial que puede ser también una excelente información para el peregrino amante de los productos del Camino, la Quesería Prestes Manxares da Chaira, especializada, como su mismo nombre dice en los manjares chairegos, "os da chaira", los de la Terra Chá, sobre todo los quesos, pero también otros, esta es su historia tal y como la presentan en su página web:
"Somos una empresa familiar, que nace en la localidad de San Simon (Vilalba, Lugo) en el año 1991, donde se elaboraron las primeras piezas de queso, que se denominaron en San Simón da Costa. 
Prestes en el año 2000 consigue premios de alto prestigio a nivel internacional, como los "World Cheeses Awards", consolidándonos como quesería y hacernos un hueco en el mercado lácteo. 
En 2016 se lleva a cabo la idea de expandirse, este proceso nos obliga a cambiarnos a unas instalaciones mucho más amplias, para que pueda coger la capacidad productiva del momento. El proceso vino de la mano de una generación nueva de queseros, buscando el posicionamiento de las diferentes variedades Prestes, tanto en los mercados nacionales e internacionales. 
¿Cómo se consigue un alimento exquisito, saludable y de calidad? Tratando el producto con respeto, la materia prima y el mimo artesanal con el que se hacen los quesos."

La Terra Chá, como no nos cansamos de decir, no es tan llana como dice su nombre cuando la recorremos caminando, tal y como dicen no pocos escritores, cronistas, viajeros y peregrinos, por lo que no hay nada mejor que reponer fuerzas con lo mismo que nos ofrece el país chairego para atravesarlo a pie camino de Santiago, reponiendo fuerzas y vigor dando cuenta de sus excelencias gastronómicas


Por ello, de la misma manera que nos gusta dar información sobre bares, restaurantes y casas de comidas, estimamos interesante hacer referencia a las tiendas, empresas y establecimientos en los que podemos adquirir estas especialidades de "kilómetro cero" para satisfacer tanto los sufridos estómagos como los paladares más exigentes 


Nos asumamos, pues al "escaparate de las tentaciones" siempre bien guarnecido, en el que seguramente vamos a salivar 


Sólo en el apartado de los quesos podemos encontrarnos con: Tetilla DOP Queso madurado graso, San Simón da Costa DOP Queso curado ahumado, Charcutería Queso curado ahumado, Ahumadito Queso curado ahumado, Patelo Queso madurado graso de pasta prensada, Lara & Sara, Queso azul de mezcla, Cabuxa (el único que elaborado con leche de cabra. Se trata la corteza con aceite de oliva durante su maduración), Capricho da Chaira Queso curado con leche semidesnatada, Mezcla Queso de vaca y cabra, Picante Queso con pimentón de La Vera, Lara & Sara, Queso fundido graso con queso azul para untar, Ahumado Queso fundido graso para untar


Este es el célebre Queixo de San Simón da Costa, fruto de la riqueza láctea de la Terra Chá y cuyo origen se remonta a la época castreña, si bien no tenemos documentos que avalen desde cuando se elabora hasta su triunfo en las ferias alimentarias madrileñas, a las que acudían los queseros lucenses, a mediados del siglo XIX


Es un queso de leche de vaca, cruda o pasteurizada, de las razas aquí existentes: rubia gallega, pardo alpina, frisona y sus cruces, siempre alimentadas a la manera tradicional


 Al final del proceso de maduración se procede al ahumado a base de madera de abedul sin corteza. Compartimos también de Turismo de Vilalba la información pertinente referente a este queso:
"El queso San Simón da Costa, con Denominación de Origen Protegida (D.O.P.), constituye uno de los pilares fundamentales de la gastronomía vilalbesa. Presenta una forma intermedia entre peonza y bala con un pico en la parte superior, destacando especialmente por su color amarillo característico.  
Orígenes:
No se dispone de ningún dato que permita hablar con certeza de la antigüedad de este queso, ni a qué se debe su particular forma. Lo que sí sabemos es que es un queso que, por su alto valor y cuidada elaboración, era empleado para pagar rentas agrarias.

Cuidadoso proceso de elaboración 

Se elabora artesanalmente con leche de vaca, procedente de vacas de las razas rubia gallega, pardo alpina, frisona o de sus cruces entre sí. 
La zona de producción de leche bajo esta Denominación de Origen abarca todos los municipios de la comarca de A Terra Chá, siendo Vilalba el municipio que posee el mayor número de queserías productoras. 
Su proceso de elaboración sigue una larga tradición, distinguiéndose por su singular fase de ahumado con madera de abedul que le otorga su particular aroma y color. 

Donde adquirirlo y degustarlo: 

Se comercializa en dos formatos: grande y pequeño o “bufón” y resulta fácil encontrarlo en muchas de las tiendas de alimentación y productos típicos de la villa, así como en las propias empresas productoras. La mayoría de queserías se localizan en el municipio de Vilalba (Cas LeirasCatadoiroCrisantoDanibertoDon GabinoFontelasPrestesValado) y varias de ellas han logrado numerosos premios, distinciones y un gran prestigio a nivel nacional e internacional por su elevada calidad, su mimado proceso de elaboración e inconfundible sabor. 
Una experiencia gastronómica que no puedes perderte es la de probar los platos elaborados con esta delicia como ingrediente principal incluidos en las cartas de muchos de los establecimientos hosteleros del municipio. El Queso San Simón cuenta con un evento específico dedicado a exaltar este exquisito producto: la Feria del Queso San Simón, que tiene lugar a principios del mes de abril"

Además de los de elaboración propia, hay expuestos otros quesos y delicatesen


Excelentes ideas para organizar las entrañables cenas comunitarias en el albergue o para llevar algo en nuestras mochilas, con nosotros. Tal vez pese algo al principio pero este peso irá disminuyendo drásticamente según demos buena cuenta de tan ricas viandas


No dejemos, si somos de buen yantar, de probar el preciado Roscón de Vilalba, riquísimo rosco de almendra con huevos, azúcar y raspadura de limón, Del roscón se cuenta era, junto con el no menos célebre Capón de Vilalba, parte de los pagos y tributos a los condes de Andrade, señores de tierra, villa y castillo. Dado que sobre componentes, recetas, etc. siempre hay, en cualquier producto variantes y criterios, vamos asimismo a compartir la explicación textual del producto según la plasma Turismo de Vilalba:
"La almendra molida es el principal ingrediente de este peculiar roscón que también lleva huevo, azúcar y limón. Destaca por su carácter seco y su excepcional conservación y consistencia (entre 5 y 10 días, sin necesidad de refrigeración).

Entorno al Roscón de Vilalba existe una leyenda popular que cuenta que los Condes de Andrade recibían a los vecinos de la villa con un roscón como pago o tributo.

Donde degustarlo y adquirirlo:

El Roscón de Vilalba puede conseguirse en cualquier fecha del año en las confiterías y alguna panadería de Vilalba

También existe la posibilidad de degustar este irresistible roscón en alguno de los restaurantes vilalbeses que lo incluyen en sus cartas como postre típico.

Su época álgida de consumo se alcanza durante las Fiestas Patronales de San Ramón y Santa María (a finales de agosto y principios de septiembre), siendo un postre fiel de todas las mesas de los vilalbeses"

Todo ello regado con generosos vinos y licores, no quisiéramos olvidarnos tampoco de otro preciado manjar, las Roscas de San Ramón:
"Las deliciosas roscas de San Ramón son un dulce característico de Vilalba cuyo sabor recuerda al de las rosquillas pero con distinta forma y textura (son más planas y su masa es dura y crujiente). Su elaboración se realiza de forma artesanal y sus ingredientes tradicionales son: huevos, harina, azúcar y un poco de limón. 
Dónde adquirirlas:
Las roscas están disponibles en la mayoría de las confiterías durante festividades concretas como las Fiestas Patronales de Vilalba y la Navidad, siendo muy pocos los establecimientos que mantienen la producción de roscas durante el resto del año. 
Se venden empaquetadas en pequeñas bolsas por docenas y destacan por su extraordinaria conservación (durante más de un mes, una vez abierto el paquete)"


Volviendo a los quesos, decir que los que la creación del Consejo Regulador de la Denominación de Origen San Simón da Costa en 1996 hizo tal promoción del queso que las pequeñas queserías hubieron de adaptarse ampliando producción y por supuesto, el espacio necesario para ello. Así se consigue que Prestes, por ejemplo, esté entre los finalistas de los concursos a los mejores quesos de España, como resalta esta noticia de El Progreso del 9-3-2024:
"Un total de ocho quesos lucenses están entre los 100 finalistas que competirán en el campeonato Mejor Queso de España 2024 que se disputará el 22 de abril durante la 37º edición Salón Gourmets del Ifema (Madrid).

En concreto, los productores seleccionados de la provincia de Lugo fueron Queixería Fermentos Galegos (Chantada), en la categoría vaca joven; Carlos Reija Fernández (Castroverde) y Quintián (O Páramo), ambas en la categoría vaca curado; Airas Moniz (Chantada) y Queixería Prestes (Vilalba), en la categoría de azules; Javier Piñeiro López (Vilalba), Queixería Prestes (Vilalba) y Crisanto (Vilalba), de la D.O.P. San Simón da Costa, en la categoría de ahumados."

Conservas, vinos y licores... se reflejan en el escaparate los edificios de enfrente, al otro lado de la calle


Y calle adelante seguimos, dejando la rúa Valeriano Valdesuso para pasar a la rúa José Luis García Mato, transversal a esta y dedicada a este escritor y poeta vilalbés, nacido en esta misma calle, hijo del mencionado periodista y escritor, director del Heraldo de Vilalba, Antonio García Hermida, y de su mujer Irene Mato Grandio, cuya casa es la primera a la derecha, por donde vamos a ir nosotros ahora. Tal y como bien dice la Wikipedia, viene de una familia de tradición en las letras gallegas: 
"Manuel Mato Vizoso, su tío abuelo fundó y dirigió "El Eco Villalbés", fue cronista oficial de Villalba, escribió varios estudios de historia local y comarcal, varias obras de teatro en gallego y en castellano y poesías de carácter narrativo y festivo.
Su padre, Antonio García Hermida, comerciante de profesión, fundó los periódicos Azul y Blanco y Heraldo de Villalba, fue secretario de las Irmandades da Fala y también dejó un buen número de poesías en gallego, que su hijo (el propio José Luís García Mato) recogería y publicaría en 1973, bajo el título de Charetas."

Aquí pues nació José Luis García Mato, en esta su casa familiar, el 13 de julio de 1924, viéndose obligado a emigrar desde muy joven al quedar huérfano de padre a los 15 años. Lo hizo en Jaén, en una empresa constructora, estudiando para hacerse maestro nacional por libre, empleo que compartió con otros trabajos fuera de horas


Fue maestro en varios pueblos de Galicia y de Asturias hasta que su último destino fue en Goiriz, en este concello de Vilalba, por donde hemos venido haciendo camino. En cuanto a su obra literaria, decir que solía firmar sus escritos con el seudónimo de O Guedelliñas y destacaba por su defensa de la cultura de la Terra Chá y de su capital Vilalba. Una selección de sus poemas en gallego fue recogida y publicadas en 1986 por su hijo Xosé Luis García Ferreiro en el libro Dando novas túas :
"Escribió innumerables artículos en prensa, tanto en castellano como en gallego, en los periódicos: El Progreso (de Lugo), Las Riberas del Eo, Faro de Vigo, El Pueblo Gallego, El Ideal Gallego, La Voz de Galicia y Pueblo (de Madrid) y poesías que han sido recogidas y publicadas en junio de 2010 en dos volúmenes. La recopilación la llevó nuevamente a cabo su primogénito Xose Luís García Ferreiro y han sido editadas por la diputación de Lugo, con la participación de Darío Xohán Cabana en la parte de poesía y Agustín Fernández Paz en la de prosa."

Miembro de lo que el poeta Manuel María llamaba Escuela Poética Vilalbesa, su obra poética es la siguiente:
-1956, Canciós do lume novo
-1958-1962, Canciós sinxelas
-1971, Romance fondo e longo (en nove cantos) de lendas da Terra Chá
-1972-1973, Poemas de min pra ti
-1971-1974, Verbas pra unha rapaza
-1974-1976, O libro de Helena
-1972-1979, Poemas de min pra vós

En cuanto a su padre, Antonio García Hermida, este tiene una placa en la fachada de la casa en su homenaje. Nacido en Vilalba el 7 de abril de 1885, colaboró en varios periódicos y revistas de la época, como La Voz de GaliciaMondoñedo, El Eco de Villalba y Su Comarca. Dirigió la revista Azul y Blanco en 1914 y el periódico Heraldo de Villalba en 1916. Empleaba los seudónimos Daponte, Ragrech y Garmicida. Sus obras fueron:
-Los niños y los árboles (La Coruña, 1914)-
-La herencia de Juanillo (La Coruña, 1914)
-El jardín de Roberto, (Villalba, 1919).

Póstumamente, el libro Charetas, de 1974, recogerá gran parte de su obra poética. José de Cora, director de El Progreso, le dedica esta semblanza el 17-3-2020:
"Fue el animador cultural de Vilalba en la primera mitad del siglo XX. Como poeta festivo los vecinos lo añoran décadas después de muerto, pero Antón García Hermida (Vilalba, 1885), fue muchas cosas más.

Comerciante, fundador de periódicos, columnista, literato y corresponsal de prensa. En este último papel escribe en El Eco de Galicia y El Correo Gallego primero, y en El Progreso, desde 1920 hasta dos meses antes de su muerte, el 4 de septiembre de 1939, cuando publica su última crónica.

Se casa en 1912 con Irene Mato Grandío, que le sobrevive a su temprana muerte, cuando cuenta 54 años. La pareja tiene entonces  cinco hijos de los once habidos, Antonio, Pepita, Irene, Carmen y Xosé Luis, siendo este último, el más joven, su heredero en los quehaceres literarios. 

O Guedelliñas, como firma a veces García Mato, recogerá en 1973 buena parte de la obra de su padre para publicarla en un volumen póstumo titulado Charetas, con un documentado prólogo de Manuel María y un epílogo de Rábade Paredes.

Ya con 17 años, García Hermida, a quien Noriega Varela llama “meu irmau”, impulsa y da vida a un diario manuscrito, El Ideal Villalbés, de donde pasa a El Eco de Villalba, fundado precisamente por el hermano de su suegro, Manuel Mato Vizoso.

Luego funda y dirige Azul y Blanco (1914), y  dos años después, el Heraldo de Villalba, que se prolongará hasta el 12 de abril de 1931, en la II República.

Ese año de 1916 será recordado por otra efemérides relacionada con él, pues en marzo se crean en la propia redacción del Heraldo las Irmandades da Fala de Vilalba, de las que será secretario.

En la iniciativa participan su hermano Vicente García Hermida, Calixto Soto, José Novo, Víctor Basanta, Antón y Lois Peña Novo, Germán Orosa, Antonio Pico,  Justo Mato, José Cacharrón, Manuel Felpeto, Francisco Basanta y Víctor Mato, y en la directiva figuran, además de él, su suegro, Santiago Mato, Plácido Peña, Enrique Canto, Luis Campos y Manuel García Olano.

Además de firmar con su nombre, o con los apellidos, la pista de García Hermida hay que seguirla a través de seudónimos como Toniño da Ponte o D'Aponte, que era su apodo popular; Garmicida, un acrónimo fácil de identificar; Ageache, las iniciales del nombre y los apellidos y Ragrech.     Obtiene numerosos galardones literarios, especialmente en justas poéticas, pero también como prosista, con Los niños y los árboles (1914); La herencia de Juanillo (1914) y El jardín de Roberto (1919), premiado por el Ateneo-Biblioteca de Ribadeo, y publicado gracias al mecenazgo del filántropo ribadense Ramón González Fernández.

Uno de sus primeros premios lo obtiene en A Coruña el año 1912. El lema con el que concurre al certamen de Recreo Artesano es “El premio sea conmigo”, y lo es.

García Hermida es tercer teniente de alcalde bajo la presidencia de Manuel Fraga Bello y toma parte activa en varias campañas reivindicativas de Vilalba, como en 1918, cuando existe un grave problema de comunicaciones.

Asimismo representa a Vilalba en los actos de traslado a  Viveiro de los restos de Nicomedes Pastor Díaz. Precisamente Landrove es la parroquia donde ejerce su hermano Vicente y su hijo Antonio será párroco en Viveiro.

Su año más amargo será sin duda el de 1926, cuando en el espacio de pocos meses ve morir a dos de sus hijos.

Alfonso, uno de sus hermanos, se casa en Vigo con la periodista Elena Agra Cambón, hija de Blas Agra Mancebo, también periodista y subdirector del Faro de Vigo, que lo dirigirá después de la guerra, fallecido ya Antón."

La Torre dos Andrade asoma sobre los tejados de los edificios de la derecha en este cruce de calles. Nuestra idea es dar la vuelta alrededor de la manzana para ir a ver todas sus caras y, de paso, conocer otros rincones del casco histórico vilalbés


Nos adentramos en la parte más comercial de Vilalba a través de esta calle que une la rúa Porta de Cima, la del antiguo camino principal, con la de la carretera general, hacia donde se desplazó el eje de de población tras su construcción. Pasamos así ante la Joyería Víctor Mato y continuamos hacia la antigua tienda de tejidos y sastrería Hijos de Eliseo, que da paso al bar A Taberna. Esta zona estaría construida sobre los que serían los cimientos de la muralla desaparecida, siguiendo el plano de José Manuel Abel Expósito


Aquí está A Pravia, impresionante arce que es monumento natural de Vilalba, la tradición dice que su nombre obedece a que fue plantada por un asturiano de Pravia, Otras fuentes informan que fue plantado por Don Antonio Freire Taibo, alcalde que fue de Vilalba. Esta es una foto de invierno, sin hojas, estamos en medio de la Praza de Suso Gayoso, quien fuera alcalde entre los años 1970 y 1973 y posteriormente uno de los fundadores de Alianza Popular, germen del Partido Popular, de la mano de su vecino, compañero y vilalbés Manuel Fraga, según nos informa Wikipedia:
"Suso Gayoso Rey (Jesús Gayoso Rey) (Villalba, 6 de julio de 1930-Santiago de Compostela, 21 de febrero de 1987)​ fue un empresario y político gallego y uno de los miembros fundadores de Alianza Popular, embrión del actual Partido Popular.

Tenía estudios en magisterio y derecho, y fue un empresario importante de la región, siendo dueño de una fábrica de ladrillos y una sala de fiestas. Llegó a la política de la mano de su amigo Manuel Fraga Iribarne y Filiberto Álvarez Marín, abogado y político gallego, también de origen villalbés. 

Fue alcalde de Villalba entre 1970 y 1973 y posteriormente fue uno de los primeros miembros de Alianza Popular, partido que fundaría Manuel Fraga en 1976. 

Promotor de los primeros mítines en la zona y precursor regional en la fundación del partido, sería elegido parlamentario por la provincia de Lugo en las primeras elecciones autonómicas por Alianza Popular en 1981. Volvió a ser elegido parlamentario autonómico por Coalición Popular en las elecciones autonómicas de 1985. 

Fue una persona muy allegada a su localidad natal, Vilalba, donde generó empleo y se implicó en los asuntos locales de manera desinteresada hasta su trágico fallecimiento en un accidente de tráfico en 1987. De manera póstuma, y a modo de agradecimiento el pueblo de Villalba decidió nombrar una plaza con su nombre"


En la Praza de Suso Gayoso: memoria junto al árbol más bonito, como la llama y titula Cristina Pérez para El Progreso del día 11-11-2022, hay un veterano comercio, la Mulititienda Taraxal, que centra dicho artículo:
"Desde un punto de vista histórico, aquí está el origen de Vilalba, porque aquí es donde está la Torre, y también donde está la Pravia, que es otro referente de Vilalba", destaca María José Rodríguez, de la multitienda Taraxal, un histórico local situado en la céntrica Praza de Suso Gayoso, que es también su lugar preferido de la capital chairega. 
Y no porque sea donde está el negocio familiar, su lugar de residencia desde hace más de una década o uno de los puntos más emblemáticos del casco urbano vilalbés, aunque todo ello también tenga su peso, sino por toda una vida atesorando recuerdos. 
"Esta era la zapatería donde trabajaba mi padre —Luis del Taraxal— y cuando salía del colegio siempre venía hasta aquí para darle un abrazo", dice María José volviendo a su infancia. Por aquel entonces ellos vivían en la Rúa Porta de Cima, pero la plaza era un referente incuestionable de su día a día. 
Con una sonrisa en el rostro que no se marcha mientras hace un viaje por los recuerdos, María José habla con cariño de personas que perviven en su memoria, y en la de muchos vilalbeses: "En el primero vivía mi tía Pepita, que antes de ser la celadora del instituto tenía un taller de costura por el que pasaron muchas generaciones de jóvenes para aprender a coser". 
Y la sonrisa se ensancha para relatar anécdotas, como aquella vez que a un primo de Pepita "que era muy traste" no se le ocurrió nada mejor que cogerle un muñeco, que era bastante grande, y tirarlo por la ventana: "Era un día de feria, había mucha gente y una señora que lo vio caer pensó que era un niño y casi se desmaya". O aquella carta que "llegó" a su destino, pese a que la única dirección que figuraba era Zapatería junto al árbol más bonito de Vilalba. 
Otro entrañable recuerdo tiene como protagonistas al árbol que preside la plaza y a la tía abuela de María José, quien, ya mayor, estaba "malita" y apenas salía de casa. Pero le gustaba mucho pasar tiempo en la ventana, desde donde podía ver el constante ir y venir de la plaza y, por supuesto, la emblemática Pravia: "Cuando la podaban no le gustaba nada, porque no quería que perdiese frondosidad".  
Es más que probable que a ella le hubiese gustado ese colorido y variado toldo de mandalas tejidos por cerca de un centenar de vecinas que desde hace dos veranos corona la Praza de Suso Gayoso por las fiestas patronales de San Ramón y Santa María, el momento del año favorito para muchos vilalbeses. También para María José del Taraxal, un negocio tan emblemático como el propio emplazamiento que lo acoge."

De frente, al otro lado de la rúa da Pravia, que así se llama en este tramo la antigua carretera, está la actual Casa da Cultura, en lo que fue antaño Casa do Concello y cárcel. La escritora Carmen Pena, en Del camino real a la carretera y la autopista. Vilalba, publicado en en blog Sobre Paisajes, habla así de este rincón de Vilalba
"... Dejó entonces de ser un paisaje absolutamente medieval: por Vilalba atraviesa el Camino Norte de Santiago, habiendo existido en la villa un Hospital de Peregrinos junto a la antigua y desaparecida iglesia románica de Santa María, a la que acompañaba en la Edad Media la otra románica de San Juan, también destruida. Centrado aquel paisaje urbano entorno a la fortaleza medieval de los Andrade y el recinto de la muralla, es el espacio más antiguo del pueblo, habitado hoy por las sombras patrimoniales del pasado: algunas antiguas casas del XVII, XVIII, XIX y comienzos del XX, salvadas varias –no todas- de la fiebre constructora de los sesenta del siglo pasado, así como la torre de homenaje poligonal del recinto medieval, rehabilitada como Parador de Turismo en los planes del Ministerio de Información al mando de Fraga Iribarne –ciudadano vilalbés- en los años sesenta del despegue español, ahora ampliado por la demanda de alojamiento de paso..."

A nuestra derecha, sobre los tejados de pizarra de las casas, asoma la parte superior de la Torre dos Andrade, que nos sirve de referencia para dar la vuelta alrededor de esta gran manzana de gran animación muchos días, pero especialmente los de feria y mercado. Dado el interés de ferias y mercados, también para los peregrinos, completamos la información que dimos antes de Turismo de Vilalba:
"El primer domingo de mes (siempre que éste no coincida a día 1) se celebra en Vilalba la feria mensual en la que se comercializa ganado, verduras, hortalizas y otros productos de consumo como huevos, quesos, carne, frutas, conejos, gallinas, etc. 
Se instalan también puestos ambulantes de ropa, calzado, complementos, así como las “pulpeiras” que preparan el delicioso pulpo “á feira”, uno de los platos típicos de la gastronomía tradicional gallega. La feria se convierte así, en una animada reunión vecinal del municipio de Vilalba y de los municipios colindantes. 
Los puestos de la feria se sitúan en diferentes espacios de la villa: 
- Campo da Feira, que cuenta con distintas instalaciones como naves cubiertas para comer el pulpo y otras naves para albergar el ganado (cerdos, ovejas, cabras, etc.) y los diferentes productos del campo que se comercializan en la feria. 
- Plaza Coronel Pena, en la que se vende principalmente huevos, gallinas, conejos, derivados del cerdo, miel, etc. 
- Plaza de San Xoan, donde se puede adquirir trigo, maíz y patatas. 
- Plaza de Santa María, en la que se puede conseguir verduras y frutas principalmente. 
- Plaza de la Constitución, lugar en el que se ubican los puestos de ropa y calzado. 
El día de la feria, la mayoría de tiendas y comercios locales permanecen abiertos durante toda la mañana, siendo una ocasión magnífica para ir de compras cómodamente. 

Feirón  

El tercer martes de cada mes (comprendido normalmente entre los días 17 y 23) tiene lugar el denominado "Feirón", de características similares a la citada feria dominical, aunque con un marcado carácter comercial más que festivo. 

 Mercados semanales

Los martes y viernes son los días de mercado en Vilalba, que tiene unas dimensiones más reducidas que la feria. En el mercado es posible adquirir productos de alimentación de gran calidad así como ropa, accesorios, etc."

La torre, siempre espléndida, nos muestra en esta pared que tenemos enfrente un detalle sumamente interesante


Fijémonos en la ventana bífora que vemos en medio de la foto, en la planta alta y justo debajo del sistema de almenas


Llamativos picos rematados por arco de medio punto con una cruz de cuatro círculos arriba, cual flor de cuatro hojas. Una banda de puntos recorre el arco conformando la que es la ventana con más concesiones a las filigranas artísticas sin duda, en la planta dedicada a las habitaciones de los señores del castillo


A la izquierda de A Taberna está la entrada al Hotel Venezuela, que aparece en la Guía Gronze pues es empleado por muchos peregrinos como alternativa a los albergues. Abajo es la cafetería El Budha, coctelería-tapería. La plaza formaría parte del Campo del Castillo del mapa de Expósito


Y esta es A Pravia en primavera florida, incluida dentro del Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia. La calle es aquí llamada A Estrada, la carretera, y podemos cruzarla, por el paso de peatones, para acercarnos a conocer esa pequeña plazoleta arbolada de la Casa da Cultura. Más antiguamente este sería el lugar de Tras el Castillo en el plano de Abel Expósito


Solamente son dos árboles, sobre bancos y mesas de piedra y una pequeña explanada elevada a la que se accede por unos peldaños a la entrada de la Casa da Cultura, pero sus dos grandes copas se ciernen sobre este conjunto guardándolo como en un pequeño bosquete, pero dejemos que sea la escritora Carmen Pena quien nos lo diga:
"Al final de "La Carretera”, en el cruce con las de A Coruña y Lugo, estaba el Ayuntamiento antiguo y la Cárcel, hoy dedicados a Casa de la Cultura; al lado la fuente municipal con sus mujeres llevando agua en “sellas” y calderos, sobre la cabeza; enfrente de ambos, el gran arce blanco- la Pravia- que plantara Don Antonio Freire Taibo, alcalde del pueblo en el siglo XIX. Ese árbol es un icono tan fuerte en el pueblo como el de la torre del Castillo de los Andrade.
Casi todo este paisaje ha cambiado, ha sido sustituido en gran parte con otras casas de la segunda mitad del siglo XX, han desaparecido los antiguos cafés y el Casino. Pero la calle sigue viva y sigue siendo “La Carretera”, porque, a pesar de “redias” y autovías envolventes, muchos coches y camiones siguen pasando por ella, haciéndose imprescindible atravesar el pueblo en muchos casos. 
 Muy atrás queda, y muy antiguo, aquel moderno plan de carreteras del Conde de Guadalhorce de 1926: el Circuito de Asfaltos Especiales. Pero muchos pueblos de España siguen llamando a su calle mayor, más transitada por el tráfico rodado, “La Carretera”, porque formó parte de la red asfáltica moderna de 1926"

Y esta es la fuente municipal a la que se refiere Carmen Pena, A Fonte da Estrada, de agua muy apreciada, que se sigue conservando como otro gran símbolo de Vilalba. Detrás, la gran fachada blanca de la Casa da Cultura


 "El espléndido pasado del pueblo de Vilalba queda patente al caminar por las calles de su centro histórico", leemos en la web de la Deputación de Lugo, "La ruta tradicional comienza en la plaza de Suso Gaioso, donde se encuentran la casa de cultura y oficina de turismo, el nacimiento del camino y la Pravia....", continúa


A la sombra de los árboles y en este pequeño rellano, una escultura, dedicada al también citado poeta Manuel María, inaugurada el 4 de septiembre de 2021 y obra del cantero José Gómez de Bernardo, Pepón. Cinco años antes la Real Academia Galega le había dedicado el Día das Letras Galegas. Esta es una reseña de prensa anunciando la inauguración de la estatua-homenaje, publicada en El Progreso, donde se nos informa además de la vinculación del autor con Vilalba:
"La localidad de Vilalba rendirá homenaje al poeta Manuel María, a quien la Real Academia Galega dedicó el Días das Letras Galegas de 2016, con la inauguración de una escultura que quedará ubicada en la entrada de la Casa da Cultura, en pleno centro de la capital municipal. 
El acto de inauguración de esta escultura, obra del cantero José Gómez de Bernardo, tendrá lugar este sábado -día 4 de septiembre- a partir de las 12:00 horas, y en el acto intervendrá quien fue la pareja de Manuel María, Saleta Goi. 
Está prevista también la participación de la alcaldesa de Vilalba, Elba Veleiro, así como de Marisa Barreiro, Alberte Ansede, Felipe Senén y José Gómez de Bernado. La escultura ha sido donada por el Instituto de Estudos Chairegos, que también ha organizado el acto. Manuel María entró en la Real Academia Galega en 2003, precisamente en un acto que se celebró en el auditorio municipal de Vilalba. 
Su discurso de ingreso fue respondido por Xosé Luis Méndez Ferrín"


Manuel María es como se conoce y llama popularmente a este gran poeta, de nombre y apellidos completos Manuel María Fernández Teixeiro, nacido en el lucense Outeiro de Rei el 6 de octubre de 1929 y fallecido en A Coruña el 8 de septiembre de 2004, "destacado por su carácter combativo y su compromiso político", leemos en Wikipedia:
"Entre los temas de sus poemas destacan el amor, el arte, el compromiso político, la denuncia de defectos, la etnografía, la física, la historia, la inmaterialidad, la mitología, el mundo animal, la palabra poética, el paso del tiempo, la religión, la sociedad, la lengua, los trabajos agrarios, el urbanismo o la geografía."


Gracias a ser hijo de dos labradores, Antonio Fernández Núñez y Pastora Teixeiro Casanova, salió a estudiar a Lugo el bachillerato en 1942, donde comenzó su "precoz carrera literaria" al participar, con veinte años, en un ciclo de conferencias llamado "Jóvenes valores lucenses", donde entraría en contacto con la tertulia del Café Méndez Núñez, (Luis PimentelÁnxel FoleJuan Rof Codina...), que le pusieron en contacto con el galleguismo:
"En 1950 publicó su primer poemario, Muiñeiro de brétemas, con el que se inauguró la denominada "Escola da Tebra" ("Escuela de la Tiniebla"). En 1958 se instaló en Monforte de Lemos (Lugo), ciudad en la que permaneció durante la mayor parte de su vida, como procurador de los tribunales y a la que dedicó un poemario (Cancioneiro de Monforte de Lemos); al año siguiente se casa con Saleta Goi. En los agitados años sesenta y setenta, Manuel María participó en la reorganización política, en la clandestinidad, de los partidos nacionalistas gallegos, al tiempo que colaboraba con numerosas organizaciones dedicadas a la recuperación de la cultura gallega impartiendo conferencias y recitando poemas. 
Presentó también la Nova Canción Galega. Siendo la poesía su género preferido, incursionó también en el ensayo, la narrativa y el teatro. Pasó de una postura existencialista pesimista hacia el compromiso social y político. 
En 1979 fue elegido concejal de Monforte por el Bloque Nacional Popular Galego, pero en 1985 abandonó su cargo público y, sin dejar nunca la militancia política, se dedicó por completo a la actividad literaria y cultural, asentándose en La Coruña. Una de las últimas campañas con las que colaboró fue con la de Burla Negra y la Plataforma Nunca Máis a raíz del desastre del Prestige. 
Obras poéticas: 
1950, Muiñeiro de brétemas 
1952, Morrendo a cada intre 
1954, Terra Cha 
1954, Advento 
1957, Auto do taberneiro. 4 ventos 
1958, Documentos personaes 
1960, Sermón para decir en cualquier tiempo (en castellano) 
1961, Auto do labrego. Céltiga, 4 
1962, Libro de pregos 
1962, Contos en cuarto crecente e outras prosas 
1963, Mar Maior 
1964, "A poesía galega de Celso Emilio Ferreiro", Grial, 6 
1965, "As augas van caudales" Grial, 9 
1966, "Os alugados" Grial 14 
1967, "Raimon, poeta de noso tempo", Grial, 18 
1968, Proba documental 
1968, Os soños na gaiola 
1968, Barriga Verde 
1968, Noticia da vida e da poesía de Xosé Crecente Vega 
1969, Versos pra un país de minifundios 
1969, Versos pra cantar en feiras e romaxes 
1970, Remol 
1970, Canciós do lusco ao fusco 
1971, A Rosalía 
1971, 99 poemas de Manuel María 
1971, O Xornaleiro a sete testimuñas máis 
1972, Odas nun tempo de paz e de ledicia 
1973, Aldraxe contra a xistra 
1973, Informe pra axudar a alcender unha cerilla 
1973, Laio e clamor pola Bretaña' 
1973, Cantos rodados para alleados e colonizados 
1976, Poemas para construír unha patria 
1977, O libro das badaladas 
1977, Poemas ó outono 
1979, Catavento de neutrós domesticados 
1979, As rúas do vento ceibe 
1982, Escolma de poetas de Outeiro de Rei 
1982, Versos do lume e do vagalume 
1985, O camiño é unha nostalxia 
1984, Cantigueiro do Orcellón 
1984, A luz resuscitada 
1986, Oráculos para cavalinhos-do-demo 
1986, Ritual para unha tribu capital do concello 
1988, As lúcidas lúas do outono 
1988, Sonetos ao Val de Quiroga 
1989, Saturno 
1990, Cancioneiro de Monforte de Lemos 
1991, Compendio de orballos e incertezas 
1991, Hinos pra celebrar ao século futuro 
1992, Panxoliñas 
1993, Os lonxes do solpor 
1993, Antoloxía poética 
1993, A primavera de Venus 
1993, Poemas a Compostela 
1994, Cantigas e cantos de Pantón 
1994, Poemas para dicirlle a dúas lagoas 
1996, O Miño, canle de luz e néboa 
1997, Sonetos á casa de Hortas 
2000, Brétemas de muiñeiro 
2000, Camiños de luz e sombra 
2001, A Fala.


En el suelo, a sus pies, una placa pétrea con uno de sus poemas, su firma y una inscripción conmemorativa de su colocación


Dice el poema:
Vilalba, dona da Chaira
soportando un ceo gris
sobre a gracia da abelaira
anda a cantar o malvís
Manuel María

Anagrama del IESCHA (Instituto de Estudos Chairegos) y la leyenda:
Obra realizada polo canteiro
José Gómez de Bernardo, "Pepón"
e doada ao pobo de Vilalba polo
Instituto de Estudos Chairegos
Setembro 2021

Esta fresca umbría de la plaza se agradece muy especialmente en esos días de verano en los que el sol castiga las planicies y vericuetos de la chaira, siendo un buen lugar para detenerse y conversar de nuestras impresiones de la visita a estos rincones de Vilalba


Al otro lado de A Chaira, otra concesión a la más excelsa poesía gallega, a la izquierda de la foto, un gran mural de Rosalía de Castro nos señala el callejón por el que podremos dirigirnos a ver las otras caras de la Torre dos Andrade, pues es la entrada a los jardines del Parador de Vilalba


Se trata de un trabajo del diseñador Van Kraft que embellece otro rincón de la bella villa de Vilalba y, como tal, aparecen en la prensa con motivo de su inauguración, titulándolo Xosé María Palacios como Un gran mural con la imagen de Rosalía, nuevo símbolo de Vilalba, para La Voz de Galicia del 16-8-2022:
"La imagen urbana de Vilalba está cambiando. Un mural con la imagen de Rosalía de Castro es el nuevo ejemplo de esa transformación, visible ya en otros lugares de la capital chairega. El que tiene como motivo a la autora de Cantares gallegos es obra del diseñador Van Kraft, que trabajó durante varios días en la obra. 
El mural está situado en el muro lateral de un inmueble de la calle Conde Pallares, en el entorno de la torre de los Andrade. El edificio, convertido en los años sesenta en Parador de Turismo, tiene la condición de Bien de Interés Cultural (BIC), lo que obligó a cumplir una serie de condiciones en cuanto a formas y a colores. Así lo recalcaba este martes la presidenta del Instituto de Estudos Chairegos (Iescha), Marisa Barreiro. Esa entidad promovió la realización del mural con la colaboración de la Vicepresidencia de la Diputación. 
La vicepresidenta del organismo provincial, Maite Ferreiro, subrayó que el auge de la cultura urbana permite divulgar figuras como la de Rosalía de Castro. Barreiro, acompañada de otros miembros del Iescha, y Ferreiro visitaron este martes la zona donde se pintó el mural."

A su derecha vemos, de frente, los edificios de la Praza de Suso Gayoso, construidos en aquellos tiempos en los que acontecía en Vilalba el cambio del eje central del viejo Camiño Real o Camiño Vello a esta nueva carretera:
"... Dejó de ser medieval al desplazarse el centro antiguo hacia la nueva vía de comunicación y transporte, esa, que toda la vida y aún hoy, a pesar de seguir siendo la calle principal de la villa, se conoció como “La Carretera”, por más nombres que los tiempos políticos le fueron poniendo y quitando sucesivamente 
“La Carretera” pasa por el pueblo, dirigiéndose por Mondoñedo y Ribadeo hacia Asturias. Esta fue parte del camino de la modernización más avanzada de los años veinte en España en el terreno del transporte, al integrarse en el Circuito de Firmes Especiales aprobado en 1926, una red de carreteras y con nuevo sentido comercial y turístico “moderno”, que cambió por firmes asfálticos los anteriores pavimentos de “macadam”, los cuales ya no servían para el paso de automóviles y camiones, que ya eran bastantes y rodaban a la velocidad meteórica de 65 kilómetros por hora..."

A Pravia con todas sus hojas, frondosas, en medio de la plaza, "En "La Carretera" se situaron las clases medias de la época en general, los comercios, las fondas, el hotel, el casino, bares y cafés", sigue diciéndonos Carmen Pena:
"Un paisaje local por mí muy conocido y vivido,desde el cual puedo hacer consideraciones más concretas y específicas, que se me escaparían con el ejemplo de un paisaje ajeno. Este, como todos los paisajes, pertenece al universo. Y no sólo porque es parte del cosmos natural terráqueo, sino porque también lo es de la historia de la civilización y la modernización, a su escala, desde su lucha por integrarse en la red viaria desde los tiempos más remotos, más aceleradamente a partir del S. XVIII y vertiginosamente en el siglo XX, en el cual una red de carreteras primero y autopistas más tarde lo han ido haciendo un paso obligado del turismo y el comercio, que se dirigió desde principios del siglo XX de Asturias al Norte de Galicia- A Coruña y Ferrol- y a Portugal."

A Pravia, árbol totémico de Vilalba y otro de sus símbolos, "al que se le atribuye la misión de representar la personalidad y carácter de este pueblo milenario", nos dicen en Viajes Camino de Santiago, así como que se trata de "un arce blanco que se encuentra en perfecto estado de conservación y que se alza imponente para presidir la villa", compartiendo con ellos la afirmación de que "Es un lugar de paso indispensable cuando se visita la zona"


Enfrente del arce blanco, en este, cruce coinciden la Praza de Suso Gayoso y la rúa da Pravia con la rúa de Galicia (de frente) o carretera de Lugo (C-641), donde está la Cafetería Luar, donde hemos de recordar a Jaime do Bar Luar, guitarrista y cantante de orquestas que amenizó muchas veladas en la década prodigiosa de los años 60 del siglo XX. De esta manera lo recordaba María Roca para El Progreso del 10-2-2024:
"Vilalba despide a uno de sus vecinos que más hizo bailar y disfrutar de las fiestas de las distintas parroquias a los vilalbeses. Antonio Jaime Carreira NovoJaime do bar Luar, falleció este viernes 9 a los 76 años, dejando tras de sí una existencia dedicada a la música y a la celebración de la vida.

Echando la vista atrás hacia su juventud, muchas personas de Vilalba lo recordarán como guitarrista y cantante de dos orquestas, Venecia y Los Denvers, con la que incluso llegó a actuar en Bélgica ante emigrados gallegos. Aún después de que Jaime se bajara de los escenarios, en los que pasó muchos años, no dejó de lado el mundo de la verbena, al que siguió vinculado con su empresa Espectáculos Carreira, contratando orquestas para animar celebraciones y patronales no solo de su concello natal, sino de toda la provincia o incluso de fuera de sus fronteras.

Su hija Charo es la que se hace cargo del negocio desde hace tiempo, mientras que su hijo Fran atiende desde hace décadas el bar Luar. Ambos, junto a su madre Maruja, comparten el don de gentes y el carácter sociable que mostró toda su vida Jaime, siempre amable y dicharachero con todo aquel que quisiera acercarse para hablar con él.

Destacó también por su buen humor, ese que seguro le ayudó a sobrellevar mejor y con una gran dignidad los avatares que su salud le fue poniendo frente a él. Ante ellos, Jaime se aferró a vivir, disfrutando de cada minuto que le quedaba por delante, hasta que su corazón se paró, privándole de su deseo de disfrazarse en este Entroido.

Los restos de Jaime do bar Luar recibirán sepultura este domingo 11 en el cementerio municipal de Vilalba, hacia donde saldrán a las 18.00 horas desde el Tanatorio de Vilalba. A continuación, a las 19.30, la iglesia de Santa María acogerá el funeral por su eterno descanso."

A la derecha es la rúa Conde Pallares (a la derecha) donde en el croquis de Expósito se sitúa en lugar de Traslacerca, en el que se construiría, en 1599, la capilla de San Roque, reedificada en el siglo XIX. Poco más abajo salían los peregrinos hacia Santiago por la rúa da Ferrería, y por ahí se ha marcado la senda jacobita con los mojones oficiales del Camino Norte


El conde de Pallares al que está dedicada la calle es Manuel Vázquez de Parga Somoza, a quien Xosé Ramón Veiga Alonso, Doctor en Historia de la Universidade de Santiago de Compostela, le dedica su trabajo Biografía y conocimiento histórico. El caso del conde de Pallares, diciéndonos, entre muchas cosas, lo siguiente:
"En su calidad de impulsor de empresas periodísticas (director de la Revista de Galicia. Santiago de Compostela, 1850: director de El Correo de Lugo. Lugo. 1860-61; director y fundador de El Eco de Galicia, Lugo, 1872-75), su actividad deja traslucir uno de los elementos más caros a las élites gallegas (y españolas en genera\) del XIX, cual es la consideración de la prensa como elemento impulsor del progreso material y moral de los pueblos y como síntoma indudable de modernidad en el camino de progreso trazado para la sociedad española de la segunda mitad del siglo."

Nacido el 13 de junio de 1828 en la parroquia vilalbesa de San Covade, hijo de Antonio Vázquez de Parga Baamonde, heredó ene 1857 el Condado de Pallares, fundado en 1816 y, como tantos hidalgos de la época, se dedicó a la política, leemos en Wikipedia:
"Obtuvo escaño de diputado en 1857 y 1863, por Lugo y Mondoñedo, y en 1871 y 1872 por Villalba.​ Volvió a obtener escaño de diputado en las primeras Cortes de la Restauración, de nuevo por Villalba. Fue senador vitalicio primero entre 1864 y 1868; tras la Restauración volvió a ocupar dicho cargo desde 1877 hasta su muerte. En 1876 era consejero de Instrucción Pública y entre 1880 y 1881 director de Propiedades, además de consejero de Estado entre 1884 y 1885. Fue condecorado con una gran cruz de Isabel la Católica, además de los honores de maestrante de Ronda y gentilhombre de cámara desde 1858. 
Miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia, durante el sexenio democrático formó parte de la oposición alfonsina. Procedía del partido moderado y tras la Restauración pasó a militar en el partido conservador. Era contrario al sufragio universal y al Jurado, y respecto a la venta de montes públicos opinaba que debía estudiarse con detenimiento una clasificación para formar acertado juicio acerca de los que convenía conservar. Era partidario de la revisión de tratados de comercio y de la conversión de la deuda de Cuba, y «no rechazaría las reformas militares que fueran muy meditadas». Fallecido en Madrid en la madrugada del 12 de noviembre de 1908, habría sido enterrado en la sacramental de San Lorenzo."

El mural de Rosalía nos sirve, como hemos dicho, de referencia, pues aquí nos apartamos de la calle para ir hacia la derecha nada más pasar el buzón de Correos


Se titula A fiestra de Rosalía (La ventana de Rosalía) y, efectivamente, la gran poetisa aparece en una ventana muy florida, estando su retrato inspirado en una de sus más famosas fotos. De su extensísima obra y gran biografía traemos aquí este extracto de la Wikipedia:
"María Rosalía Rita de Castro (Santiago de Compostela, 23 de febrero de 1837-Padrón, 15 de julio de 1885) fue una poetisa y novelista española que escribió tanto en gallego como en castellano. Considerada entre los grandes poetas de la literatura española del siglo xix, representa junto con Eduardo Pondal y Curros Enríquez una de las figuras emblemáticas del Rexurdimento gallego, no solo por su aportación literaria en general y por el hecho de que sus Cantares gallegos sean entendidos como la primera gran obra de la literatura gallega contemporánea, sino por el proceso de sacralización al que fue sometida y que acabó por convertirla en encarnación y símbolo del pueblo gallego.​ Además, es considerada junto con Gustavo Adolfo Bécquer, la precursora de la poesía española moderna. 
Escribir en gallego en el siglo xix, es decir, en la época en la que vivió Rosalía, no resultaba nada fácil por un gran número de razones. La mayor parte de ellas estaba ligada al pensamiento y estructuración de la sociedad del momento, en la que la lengua gallega estaba muy desprestigiada y menospreciada, cada vez más distante de aquella época en la que había sido el idioma de la lírica galaicoportuguesa. Toda la tradición escrita se había perdido, por lo que se hacía necesario comenzar desde cero rompiendo con el sentimiento de desprecio e indiferencia hacia la lengua gallega, pero pocos eran los que se planteaban la tarea, pues esta habría constituido un motivo de desprestigio social. En un ambiente en el que el castellano era la lengua de la cultura y la lengua protegida de la clase minoritaria dominante, Rosalía de Castro otorgó prestigio al gallego al usarlo como vehículo de su obra Cantares gallegos y afianzó así el renacer cultural de la lengua. 
Aunque fue una asidua cultivadora de la prosa, Rosalía sobresalió en el campo de la poesía, a través de la creación de las que pueden ser consideradas sus tres obras clave: Cantares gallegos, Follas novas y En las orillas del Sar. La primera de ellas representa un canto colectivo, artísticamente logrado, que sirvió de espejo dignificante a la comunidad gallega al emplearse su lengua y tradiciones. También fue útil para proseguir con la tendencia tímidamente iniciada por el pontevedrés Xoán Manuel Pintos con su obra titulada A gaita galega (1853). 
En la segunda obra, la autora escribió una poesía de gran profundidad, que emplea el símbolo como método para expresar lo inefable y que revela la plurisignificación propia de la más elevada poesía. Junto con las obras Aires da miña terra (Curros Enríquez), Saudades gallegas (Valentín Lamas Carvajal) y Maxina ou a filla espúrea (Marcial Valladares Núñez) completa el conjunto de obras publicadas en la década de 1880 que hicieron de estos años una etapa clave en el desarrollo de la literatura gallega, aunque la obra de Rosalía siempre mantuvo una posición predominante con respecto al resto. 
Finalmente, En las orillas del Sar manifiesta un tono trágico que encaja con las duras circunstancias que rodearon los últimos años de la vida de Rosalía. Escrita en castellano, la obra ahonda en el lirismo subjetivo propio de Follas novas al mismo tiempo que se consolidan las formas métricas que allí apuntaban. Inicialmente calificado de precursor y obviado por la crítica de su tiempo, hoy en día existen diferentes estudiosos que lo consideran como la principal creación poética de todo el siglo xix. 
En la actualidad, la figura de Rosalía de Castro y sus creaciones literarias continúan siendo objeto de una abundante bibliografía y recibiendo una constante atención crítica, tanto en España como en el extranjero. Es tal la aceptación y el interés que las obras de esta escritora despiertan en el mundo, que en las últimas décadas sus poemas han sido traducidos a idiomas como el francés, el alemán, el ruso y el japonés."

Y en la parte inferior del mural, unos versos de Rosalía de Castro, muy camineros, con la firma de Van Kraft debajo:
Dende aquí vexo un camiño
que non sei a onde vai,
polo mesmo que non sei,
quixérao poder andar

Con Rosalía, y como Rosalía, vemos un camino, pero sí sabemos donde va, al jardín del Parador de Vilalba, cuyos edificios vemos al fondo


Es esta, como dijeron los promotores de este gran mural, la representación más icónica de Rosalía de Castro, con una gama de colores cálidos, propios de la paleta cromática de la Terra Chá y adaptadas al entorno en el el que se encuentra, dando entrada al jardín de la Torre dos Andrade y en el área de influencia del trazado del Camino de Santiago a su paso por Vilalba


Y estas vienen a ser pues las caras que nos quedaban por ver de este emblemático monumento, enseña de Miranda, la capital da Terra Chá, así lo remarcan en la página del Concello de Vilalba:
"Si algo es conocido en Vilalba, además de los capones, es la Torre dos Andrade, popular parada turística y, desde el siglo XV, testigo perpetuo del desarrollo de la localidad. La construcción actual es el resto que se conserva de un castillo que sucedió a otra fortaleza de principios del siglo XIV, época del rey Fernando IV de Castilla (1285-1312)."

Vanesa Cotoya, de la Axencia Galega de Infraestructuras en la Xunta de Galicia, realizó un extenso trabajo documental dedicado a esta maravilla de la historia e insignia de Vilalba a la que la periodista María Roca le dedica este artículo para El Progreso del 14-8-2014, el cual empieza así:
"Emblemática para todos los vecinos y visitantes; enigmática y desconocida para muchos. La Torre de los Andrade encierra dentro de sus gruesos muros siglos de historia, personajes, arquitectura y un sinfín de datos que recoge en un trabajo Vanesa Cotoya. 
El paisaje de Vilalba no se entiende sien esta peculiar estructura medieval, de planta octogonal, algo casi único en la geografía española. Pero los datos sobre ella no son muchos y, los que hay, están dispersos. O por lo menos eso era lo que pasaba hasta hace poco."


Hablar de la torre es hablar también de la familia que lo poseyó, tal y como hace la revista digital Galicia Única en El paisaje de los Andrade, dueño de tierras y castillos a lo largo y ancho de sus  antaño extensos dominios:
"Hablar de la Casa de Andrade es perderse en un tiempo difícil, de buenos y malos en una misma familia; de revolución y luchas inacabadas; de gran riqueza y de mayor pobreza; de historia y de leyendas que con el paso del tiempo terminan siendo historia… 
Creo que merecerá la pena para ti…  conocer a ciertos nobles que escribieron páginas de bien y de mal en aquellos tiempos de luchas que parecían inacabables. 
A mí me gusta hablar siempre de Fernando Pérez de Andrade “El Bueno”, fundador de la saga y primer señor del triángulo mágico que conforman aún las tierras de Ferrol, Pontedeume y Vilalba. El privilegio se lo otorga en Burgos, en el año 1371, Enrique de Trastámara… por la contribución  de Andrade en la fratricida guerra contra Pedro I “El Cruel”. 
Ahí comienza una ascendente carrera de los Andrade que llegan a pertenecer a la saga más importante de la nobleza gallega, sobre todo, gracias a la buena política de Fernando Pérez de Andrade, constructor de siete iglesias, siete monasterios, siete hospitales y siete puentes por lo que mereció el sobrenombre de O Bóo. Muere en 1397 y le sucede, al no tener hijos, su sobrino Pedro Fernández de Andrade al que sucedería el más malo de todos los nobles de Galicia: Nuno Freire de Andrade, al que le quedó para siempre el sobrenombre de “O Mao”. 
Fue un conde despótico, cruel, al que acusa la historia de múltiples asesinatos, de ser implacable con los monjes de Sobrado con los que mantuvo una guerra constante, de arruinar a sus colonos con los mayores impuestos para mantener sus luchas con Castilla… 
Tan malo era Nuno Freire que surgió de su maldad un caudillo, Roi Sordo. Creador de la “Irmandade Fusquenlla”, formada no solo por el pueblo campesino sino también por los burgueses y marineros de Ferrol, Betanzos y Pontedeume. La Irmandade sitió a Nuno y a su familia en el Castillo de Andrade,  pero “O Mao” contó con el apoyo del rey Juan II y la “Irmandade” fue derrotada. 
Pero el conde mas guerrero de todos los Andrade y el históricamente más relevante en este sentido fue Fernando de Andrade y Pérez de las Mariñas, gran luchador contra los árabes y vencedor de los franceses en Italia en la Batalla de Seminara, recuperando los territorios perdidos por el Gran Capitán en 1522. 
Como el primero de la dinastía, Pérez das Mariñas pasó sus últimos años haciendo obras de caridad y en crear instituciones religiosas a las que dotaba de sumas de dinero muy importantes. Fundó en Pontedeume el convento de los Padres Agustinos y la capilla mayor de de la actual iglesia parroquial, donde está enterrado desde 1.540."

De este vano de arco de medio punto se ha hecho un balcón. Se nos revela no obstante pudiese ser un acceso auxiliar o secundario. Fijémonos en el apoyo que sobresale a sus pies, a la izquierda


Saeteras y aspilleras, para tiro de ballesta, arco, arcabuz...


Las almenas, reconstruidas en buena parte al hacer el parador, como ya advertimos, también disponen de saeteras de tiro, constituyendo el conjunto un impresionante aparato defensivo, como no podía ser de otra manera en la torre del homenaje de uno de los castillos de los Andrade


Los Andrade y, de nuevo, su símbolo, el jabalí, este, muy desgastado, esculpido en piedra y mostrado orgullosamente sobre un pedestal al pie de los canecillos de las almenas. En la biografía de uno de los más destacado miembros de la estirpe, Fernán Pérez de Andrade, Wikipedia hurga en los orígenes del apellido:
“Andrade” —según Isidro Millán— era un antiguo topónimo de origen celta, pero se desconoce si se trataba de una villa, de un territorio con ese nombre o incluso si podía haber sido una feligresía. Este topónimo fue incorporándose, como nombre, a una de las familias del lugar y a partir del siglo xii se encuentra ya en varios documentos, sin embargo es posible que dicho topónimo fuera tomado por más de una familia que por allí habitara, por tanto, es probable que personas con ese apellido no tuvieran lazos familiares.
Los primeros Andrade documentados aparecen como vasallos de la familia Traba. Los Andrade, junto a otras familias de hidalgos, mantuvieron una discreta posición en el panorama social hasta que llegó al poder la Casa de Trastámara (en el siglo xiv). Entonces la posición de los Andrade en la zona de FerrolVillalba y Puentedeume mejoró, hasta convertirse en una de las familias gallegas más influyentes de la época. 
Con la figura de don Fernán Pérez de Andrade o Bóo —el cuarto con ese nombre— la familia alcanzó una gran relevancia en tiempos de Enrique II de Castilla y sus descendientes continuaron con la bonanza familiar siendo ya Fernando de Andrade (1477-1540) el primero que ostentó el título de conde de Andrade, título actualmente en posesión de la casa de Alba, y segundo de Vilalba. 
La mayor parte de genealogías de autores del siglo xix y xx que han llegado hasta nuestros días, los han hecho descender de grandes familias de antaño como los propios Froilaz-Traba pero estas genealogías contienen puntos de unión muy débiles, también contradicciones y son difícilmente explicables, en ningún caso han sido demostradas hasta ahora. Por no hablar de las historias legendarias, que los unen a uno de los caballeros que llegaron a la península allá por el siglo viii, acompañando a don Mendo de Rausona, hermano del último rey Longobardo de Italia."


Cuando, a mediados del siglo XVIII, se realiza el célebre Catastro del Marqués de la Ensenada, esta villa era aún señorío de los condes de Lemos, que nombraban alcaides en esta fortaleza, que haría de Justicia y Juez de la villa y condado de Villalba, es decir, un compendio de alcalde, juez, gobernador y jefe de plaza a un tiempo. Un siglo más tarde, en el Diccionario de Madoz, con el señorío extinguido con las reformas liberales, se estipulaba una población de 869 almas que habitaban en 452 viviendas



En aquel momento, con las murallas y el castillo en proceso de desaparición, se producía, como en tantas villas y ciudades, la gran transformación urbanística resultante de la ocupación de sus terrenos y los inmediatamente colindantes o afectados por aquella defensa, auspiciados además por el final del señorío con las reformas administrativas liberales de la época y el paso de muchos terrenos a particulares


Casi a la vez, la construcción de la nueva carretera incentivó aún más la expansión del ensanche urbano vilalbés, el del crecimiento de la localidad más allá de las murallas medievales, tal y como acontecía en casi todas las villas y ciudades de España de más o menos similares características, toda una eclosión fuera de la fortaleza amurallada


Y, por consiguiente, en las nuevas rúas la población se multiplicó, abrieron numerosas tiendas y comercios, bares, cafés y otros establecimientos. Aquí, de vuelta a la rúa da Pravia, vamos a avanzar unos metros por esta larga recta que, trazada por los proyectistas de la carretera, sirvió, recalcamos, como el nuevo gran eje comercial y vital, el de mayor trasiego de gentes, a partir del que fue creciendo la nueva población, primero a lo largo de esta estrada, luego extendiéndose por las calles transversales y paralelas adyacentes


Espacio y vía especialmente sensibles, su reurbanización en un buen tramo para hacer un precioso bulevar y un solo carril de circulación viene siendo objeto de serias diferencias, disputas, objeciones, etc. entre los grupos del Concello y a debate constante entre la ciudadanía, tal y como puede seguirse echando mano de la hemeroteca, con solamente poner en el buscador el nombre de la calle


Calle comercial que en la que en sus bajos abren sus puertas tiendas y comercios, unos veteranos y otros de nuevo cuño, en los que sin duda podremos hacer alguna compra necesaria para el Camino. Aquí estaba por ejemplo la tienda de ultramarinos de Ramón Paz, A Casa dos Marios, que estuvo abierta durante décadas, especializándose después en objetos de recuerdo. Escribía de ella, a fecha 19-4-2015, Glorito en el foro fotográfico Nikonistas:
"En la esquina de la Pza Suso Gayoso con rua da Pravia, en Vilalba, Lugo, hay un comercio que incita a entrar. De los de siempre, multiples dulces y  recuerdos en sus escaparates y como nó un surtido de quesos de San Simon da Costa. Cuando se me ocurrió pasar por esa población próxima a Mondoñedo, otro lugar para el recuerdo, no solo acerté, el lugar estaba de feria por su delicado queso, que es emblema de la comarca, Terra Chaxa. "llana", y andando las calles dimos con D. Ramón Paz Guntín, regentado su comercio, mitad bar, mitad venta de todo lo que a uno se le pueda ocurrir, desde chorizos a paragüas..."

El 21-4-2019 La Voz de Galicia daba la triste noticia del fallecimiento de Ramón Paz, glosando su memoria e informando resumidamente de la historia del negocio:
"En la mañana de este domingo falleció en Vilalba Ramón Paz Guntín, muy conocido en la localidad por ser el propietario de A Casa dos Marios, el antiguo comercio situado en la rúa da Pravia, en pleno corazón de Vilalba. Ramón, de 85 años, era hijo de Mario Paz, cuyo primera tienda se había ubicado en la actual calle García Mato. La tienda de ultramarinos se completó con almacén de coloniales e incluso llegó a montar con sus hermanos una fábrica de chocolates. 
El actual comerdio de A Casa dos Marios conservaba la esencia de los ultramarinos de toda la vida, ofreciendo productos muy variados. En el establecimiento de Ramón se podía encontrar una de las últimas básculas de monedas de la provincia."

Al día siguiente, hacia lo propio El Progreso con el artículo Vilalba despide a Ramón Paz Guntín, un clásico de la intrahistoria local, ampliando la descripción biográfica e histórica de Ramón y su tienda:
"Vilalba despide en la tarde del lunes a Ramón Paz Guntín (1938-2019), una persona muy conocida y querida que se convirtió en parte indiscutible de la intrahistoria local. Él y su hermano, Mario, ya fallecido, crearon en el siglo pasado uno de los negocios icónicos de la capital chairega, la Casa dos Marios, un ultramarinos con taberna que durante décadas, ya desde el año 1960, fue el epicentro de las compras de varias generaciones, un hervidero en los días de feria y feirón. 
En su interior, situado en los primeros pasos de la Rúa da Pravia, casi a la sombra del árbol más emblemático de la localidad, se podía encontrar de todo. Desde vinos y licores a azafrán o variados productos de alimentación, incluso postres de elaboración propia como el roscón de almendra o un chocolate en polvo de marca propia, Paz Cao, que ellos mismos envasaban.  
Más adelante, su dueño amplió los productos, con ‘souvenirs’ de recuerdo para los turistas que hacían aún más peculiar la oferta de su mítico escaparate. Y siempre se resistió a cerrar la puerta. Decía que toda la vida trabajó por distracción, y entre lecturas o escritos esperaba con paciencia a los clientes.  
Natural de Vilalba, Ramón Paz fue compañero en la escuela del escritor y periodista Ramón Chao, y jugó alguna temporada en el Rácing Vilalbés como 'Chavito'. Se casó con María Rosario González Fernández y tuvo dos hijos, el periodista Moncho Paz y el filólogo y profesor Mario Paz, fundadores, con 13 y 12 años y junto al también jovencísimo Paulo Naseiro del periódico A Voz de Vilalba, hoy en versión online.  
La conocida como Casa dos Marios este fin de semana se cerró y varias imágenes antiguas de Ramón, que actualmente tenía 81 años, anunciaban su despedida."

Juguetería Gayoso, los nuevos hábitos de compra han provocado cierres de tiendas veteranas y la aparición de otras nuevas mientras, algunas continúan, como, por ejemplo y a continuación, Casa Anduriña, otra enseña de Vilalba, con tienda de ultramarinos, especializada en productos gallegos y, sobre todo, chairegos y, arriba, pensión, fácilmente reconocible por su toldo y escaparate. Al frente de la misma estaba Teresa das Anduriñas, Teresa Durán Carreira, la mayor de las tres hermanas (las otras son Gloria y Carmen) que regentaban el negocio y que constituyeron durante décadas una imagen señera del comercio vilalbés, siempre despachando tras el mostrador



As Anduriñas eran hijas y herederas de Teresa y Antonio, quien fue emigrante a Cuba y que, a su regreso, como hicieron muchos, fundaron un comercio de ultramarinos al estilo de los que existían en la isla y donde trabajaban tantísimos emigrantes. Era el sueño, hecho realidad, de una tienda mixta con pensión y, por encima de todo, el de la elaboración de un símbolo gastronómico de su regreso, el roscón de Vilalba, de receta ancestral y que se transformó, como el queso y el capón, en otro icono de Vilalba


Su hija Teresa falleció con 95 años y, en su necrológica de El Progreso, publicada el 28 de octubre de 2023 se hace esta hermosa elegía:
"Aquela muller maior, de pelo branco e poida que cun bastón, tan atemporal coma o escaparate de Casa Anduriña, xa non estará máis sentada ao carón da porta da tenda ou detrás do longo mostrador. A estampa pasa a formar parte da memoria colectiva, na que permanecerá tamén o seu habitual saúdo: ¡Que vaya bien! "

Teresa Durán Carreira era toda una institución del comercio vilalbés y de las gentes de Vilalba, a cuyo fallecimiento le dedica esta semblanza para La Voz de Galicia Xosé María Palacios que salió en la edición del día 27-10-2023 y en la que narra, además, la historia del establecimiento:
"Si un comercio refleja la historia de una villa, Casa Anduriña es algo así como un libro de consulta para el pasado de Vilalba. En esa historia ha tenido un gran protagonismo Teresa Durán Carreira, fallecida este viernes en la capital chairega a los 95 años.El negocio fue fundado por sus padres, Antonio Durán y Teresa Carreira, y destacó por una variada actividad, que incluyó tanto los alojamientos como la repostería.   
En Casa Anduriña había ultramarinos, y en el escaparate nunca faltaron los quesos de San Simón da Costa, que ya se podían ver cuando aún faltaban bastantes años para que el producto alcanzase el prestigio internacional que ahora tiene. Había también fonda, que durante décadas, además, estuvo situada en uno de los puntos destacados de la localidad: al lado, las paradas y los despachos de billetes de dos empresas de autocares que cubrían el norte de Galicia, Empresa Ribadeo e Ideal Auto; muy cerca, varias oficinas bancarias. 
Pero no se puede hablar de Casa Anduriña sin omitir la elaboración de los roscones de Vilalba. El establecimiento gozó de gran reconocimiento por esa elaboración, cuyo prestigio se percibía de una manera totalmente natural: el olor que salía del local mientras se preparaba era un estímulo para probarlo después. 
Teresa Durán Carreira era la mayor de ocho hermanos. Con dos de ellas, Gloria y Carmen, estuvo al frente del negocio, que también destacaba por la forma además de por el fondo. El escaparate, que da a la rúa da Pravia, presenta un cristal trabajado en el que resulta difícil no fijarse cuando se recorre el tramo inicial de la rúa da Pravia.

Y he aquí dicho escaparate, otro de los que es difícil resistirse, donde destacan bien a la vista las maravillas culinarias de la chaira y sus productos, como el magnífico queixo San Simón da Costa, siempre colocado en lugar prominente. Jorge Gutián, en su artículo Arqueología, ultramarinos, Terra Chá y maletas, entrada de su blog Diario del Gourmet de Provincias y del Perro Gastrónomo, publica estas frases de las sensaciones percibidas al entrar en la tienda...
"parada en Casa Anduriña para comprar un queso de San Simón, un ritual que hay que cumplir al pasar por el pueblo. Al abrir la puerta el olor ahumado del queso se entremezcla con el de la almendra horneada. La vieja báscula de aguja y el mobiliario, que lleva un buen montón de décadas exactamente igual, lo convierten ya en una rareza, en uno de esos sitios que poco a poco van desapareciendo."

En el blog Fedegustando, de Federico García Poncet, de la Universidade da Coruña y corresponsal colaborador del programa Gato Gourmet en Galicia, nos ofrece un muy buen reportaje sobre sus compras en este histórico local, con abundantes fotografías y un texto del que ofrecemos aquí lo siguiente:
"Días pasados quise hacer valer mi estancia en la comarca de la Terra Cha lucense,  para conseguir una pieza del popular Queso San Simón en el no menos acreditado ultramarinos Casa Anduriña de la villa de  Villaba, que por cierto es atendido por las mismas señoras desde tiempos…
Este queso gallego en forma de bala es ahumado en madera de abedul y fabricado con leche cruda o pasteurizada de vaca normalmente rubia gallega o pardo alpina, frisona incluso de cruces entre sí,  alimentada en los pastos de la provincia de Lugo, y concretamente en los concellos pertenecientes a la comarca de la Terra Cha (Abadín, A Pastoriza, Begonte, Castro do Rey, Cospeito, Villalba, Muras, Xermade) 
El lácteo es cremoso, suave, y equilibrado en grasas, con aromas y carácter procedente del ahumado. Como podéis ver en la fotografía la típica corteza fina es de color amarillento o mejor dicho con aspecto de cera brillante. 
Se comercializan en tamaño grande o pequeño, este también conocido por el nombre de bufón, incluso artesanales o de fábrica, mejor dicho industriales. En la oferta los encontramos más menos curados o ahumados. 
Ideal para degustar su textura fina (ojos de forma variable) como aperitivo con un corte triangular, y acompañado por vinos y jamones de la tierra, quie por cierto son muy sabrosos. En fin un queso excelente y de garantía (Galicia Calidade) desde la época de los romanos y cástreños, seguro que no se arrepentirán de probarlos. 
Muchas cocineras lo utilizan para recetas de cómo cremas, empanadillas, pastas, carnes, rellenos, pero a mi personalmente me gusta solo."

No en espacio menos a la vista y tan destacado al menos que el queso, el roscón, como no podía ser de otra manera, Roscón de Amendoa, de almendra, típico de Vilalba donde, si bien no había almendros, sí un intenso comercio terrestre, favorecido por ser lugar de paso obligado entre el interior de Galicia y de la península con los puertos de la costa de la vecina Mariña


Es muy posible que, como tantos dulces elaborados con almendras tenga su origen en el acopio de productos, pago de rentas, a los nobles feudales, monasterios y catedrales que, antaño, además de propiedades, colonos y arrendatarios, tenían derechos sobre el comercio y trasiego de mercancías, a veces desde los mismos puertos, de mar y de montaña, aplicando las oportunas sisas o impuestos, cobrados normalmente en especie de los mismos productos transportados, ya desde la Edad Media


En el caso concreto de Vilalba se dice que los que cobraban este tributo o renta eran los famosos condes de Andrade, dueños y señores de Vilalba, recibiendo de los vecinos un roscón como pago o tributo por arriendos de tierras y demás conceptos, si bien cierto es que no parece que los arrendatarios tuviesen demasiado acceso a la almendra en cantidades suficientes y menos a su cultivo, por lo que es posible se deba más al transacciones comerciales y sus alcabalas de tránsito y mercado


 Como en todas las villas y ciudades carreteras, antaño pasaba por aquí todo el tráfico, incluyendo el pesado, aunque su destino o salida no fuese Vilalba. Luego, con la apertura de rondas, circunvalaciones, desdoblamientos o autovías aquella ingente marea de vehículos, que no pocas veces provocaban grandes atascos, se canalizó por otras vías


La transformación de la calle en bulevar, independientemente de las polémicas urbanísticas y de tráfico resultantes, ha conseguido un espléndido paseo que invitamos al peregrino a recorrer, si dispone de tiempo y fuerzas, máxime si pernocta en algunos de los albergues, hoteles, pensiones, etc., de Vilalba


A nuestra derecha A Alameda o Praza da Constitución, el gran parque urbano de Vilalba, en invierno, sin hoja en los árboles pero con vistas hacia algunos de los edificios, en buena parte construidos ya avanzando el siglo XX, que se disponen alrededor de este espacio verde de jardines, explanadas, zonas de juegos y paseos, del que también escribe Carmen Pena:
"... En medio del tramo central de “La Carretera” estaba la gran Alameda, con dos niveles, el de abajo era parque con su palco de hierro, que desapareció y nunca más lo vimos; en el nivel de arriba estaba el Campo de la Feria. Una y otro cubiertos de árboles centenarios, castaños de Indias abajo, arriba los autóctonos: apenas hoy quedan unos cuantos. Era un bosque en pleno núcleo urbano: los días de feria los caballos, vacas y “cochos” estaban en la Feria de arriba, impregnada de sonidos y olores de la tierra y del mar. Me daban pena los chillidos rechinantes de los cerdos arrastrados costosamente por su nuevo dueño, al cual se resistían. Todo el aire se impregnaba con olor de pulpo emanando de los grandes calderos de cobre, manejados por las “pulpeiras” con maestría de corte y aliño. Tengo aquel aroma y el del chicharro frito en grandes sartenes en el registro olfativo más profundo de mi cerebro, comidos ambos con deleite por los paisanos en las mesas corridas y bancos, dispuestas bajo lonas , que se montaban para estas ocasiones. Los niños del pueblo mirábamos con envidia aquellos “festines” de trabajo, pero no nos dejaban sentarnos como comensales. De las fondas salía también el aroma del comino, que echan a los callos en Galicia..."

Se hizo esta plaza comenzando los años 60 del siglo XX si bien sobre una arboleda preexistente empleada desde antiguo como zona de ocio, ferias y paseos por la población. Luego, una veintena de años después, el Campo da Feira desapareció al ser trasladado a un nuevo emplazamiento cerca del Estadio Roca, donde jugaba el equipo local, el Racing Club Vilalbés (fundado en 1931), entre los años 1948 y 1992, cuando fue trasladado a las instalaciones deportivas de A Magdalena


Así, en la parte alta se construyó la nueva Casa do Concello y en esta de abajo se proyectó una gran plaza con estación de autobuses subterránea que, aunque no llevó a cabo, sí fue el origen del actual aparcamiento subterráneo. Xosé María Palacios, siempre en La Voz de Galicia, nos informa de sus problemas en su artículo del 7-2-2022 y de su artículo aportamos lo siguiente:
"En contraste con la abundancia de terreno pavimentado en ese nuevo espacio, que llegó a merecer el poco agraciado nombre popular de plaza del cementón, la alameda nació como zona arbolada y así se mantiene, aunque en sus casi sesenta años no le han faltado problemas de salud ambiental. Los achaques se mantienen, y episodios vividos en años pasados muestran que quizá la planificación y los cuidados no han sido los más adecuados."

Nos acercamos al busto con pedestal dedicado al ex-presidente de la Xunta de Galicia Manuel Fraga Iribarne, no sin antes no referirnos al también histórico establecimiento, antes llamado del Peón y del Cristal, que vemos justo detrás: el Esmorga La Pravia (Esmorga 'juerga', 'parranda'), de Alberto Martínez, El camarero que da nueva vida a un histórico bar del centro de Vilalba, como bien dice, una vez más, Xosé María Palacios en La Voz de Galicia, esta vez la del 9-8-2021:
"Igual que los futbolistas acumulan experiencia a medida que pasan por equipos de fútbol, un profesional de la hostelería se va curtiendo en los negocios en los que trabaja. Puede llegar un momento en que la formación aprendida en las aulas y la veteranía lograda detrás de la barra animen a dar un paso adelante. Ese perfil puede adjudicársele a Alberto Martínez, vilalbés de la parroquia de San Xoán de Alba, que estrena actividad. 
Con Roberto Ruiz, un nombre conocido y con experiencia en la hostelería de Vilalba, como socio, Alberto Martínez se ha animado a reabrir un histórico bar de la capital chairega. El Esmorga La Pravia ocupa el local que antes fue el Cristal y antes, durante mucho tiempo, el Peón. Si la mención de esos dos nombres ayuda a entender la historia que hay detrás, la ubicación, en la alameda Basanta Olano, ayuda a aclarar a posibles despistados que el cierre o la apertura del negocio no pasan inadvertidos. 
Tras haber estado en varios locales de la capital chairega, Alberto Martínez tenía la idea de montar su propio negocio, pero no en Vilalba. La posibilidad de hacerlo en pleno centro y la sugerencia de Roberto Ruiz, que le propuso ser socio, disiparon cualquier duda. Para él, las claves están claras. «O principal, se traballas en hostalería, é o trato coa xente», dice en primer lugar. 
«O café ten que saber ben sempre, nun bar, nunha cafetería ou nun restaurante», agrega. Ese cuidado por los detalles va acompañado de un interés que también se aprecia en los clientes. «A xente aprecia os detalles, gústanlle», explica Martínez. Pone el vino como ejemplo de ese nuevo perfil de cliente, que quizá acude menos a los locales de hostelería pero tiene interés en pasar una buena experiencia. «A xente coñece un viño ou unha zona onde hai viño; e se non coñece, pregunta e quere explicacións», detalla Martínez, que no ve eso como una carga. «Nós estamos para aconsellar, para atopar o produto que ao cliente lle gusta», afirma. 
Con esta nueva experiencia recién iniciada, a Martínez se le nota que en su decisión hay una parte vocacional. Subraya que hoy, a diferencia de lo que podía ocurrir hace años, no se monta un bar porque sí, al no saberse muy bien qué rumbo tomar. Él ha dado el paso conscientemente: no oculta que los primeros días estuvo un poco saturado, pendiente de muchos detalles, y que ahora ya ha encauzado la situación. «Non todo o mundo vale para estar de cara ao público», comenta. Él lleva años en el sector, y ahora no solo tiene experiencia sino también ilusión: reconoce que ser empresario además de camarero equivale a cumplir un sueño. 
Roberto Ruiz, socio en este proyecto, admite que una esquina tan relacionada con la hostelería y tan céntrica debía tener actividad. Así surgió la idea de poner en marcha este nuevo negocio, llamado Esmorga La Pravia. El local le parecía adecuado, y pronto supo quién debería acompañarlo en esta etapa: Alberto Martínez, de quien ya conocía su forma de trabajar, le pareció la persona perfecta..."

En cuanto al busto de Manuel Fraga, decir que este se colocó en 1970, cuando desempeñaba cargos de gran relevancia en el régimen franquista, por lo que en su momento se estimó la posibilidad de retirarlo, quedando pendiente de lo que estipule al respecto una comisión.


El busto original fue robado en noviembre de 2017 y se encargó otro, entre continuas polémicas y debates que continúan en nuestros días, siendo el lugar escenario de no pocos actos reivindicativos


Con partidarios y detractores, como es natural, es sin duda una de las figuras claves de la Transición y, a la vez, de la historia de Galicia desde su puesto de Presidente de la Xunta que fue el colofón a una larga carrera política que ya había, prácticamente, comenzado en casa, pues su padre, Manuel Fraga Bello, había sido alcalde de Vilalba durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera 


Su biografía está ampliamente documentada desde todas las perspectivas, opiniones y puntos de vista. Adjuntamos de ella este resumen con el que empieza la entrada que a él le dedica Wikipedia:
"Manuel Fraga Iribarne (Villalba, 23 de noviembre de 1922-Madrid, 15 de enero de 2012)​ fue un políticodiplomático y profesor universitario español, presidente de la Junta de Galicia entre 1990 y 2005. Ejerció como Vicepresidente segundo del Gobierno de España desde 1975 hasta 1976, cuando tuvo que dimitir por los Sucesos de Vitoria, también conocidos como Matanza del 3 de marzo. Catedrático de Derecho Político y de Teoría del Estado y Derecho Constitucional, su trayectoria política se desarrolló desde la década de 1950 hasta 2011, ocupando casi ininterrumpidamente cargos de relevancia política e institucional, tanto en la dictadura de Franco como en el periodo democrático. Fue ministro de Información y Turismo entre 1962 y 1969, vicepresidente del Gobierno y ministro de la Gobernación entre diciembre de 1975 y julio de 1976, y presidente de la Junta de Galicia entre 1990 y 2005. 
Además de diputado y senador durante muchos años, fue uno de los padres de la Constitución de 1978, fundador del partido Reforma Democrática (embrión de Alianza Popular y, a su vez, del actual Partido Popular) y candidato a la presidencia del Gobierno de España en cuatro ocasiones entre 1977 y 1986."

Más atrás, al fondo a la izquierda de la foto, asoma el quiosco de la música y, más allá y al otro extremo de la plaza, la actual Casa do Concello, que sustituyó a la anterior, que acabamos de conocer, la cual pasó a Casa da Cultura. Asimismo, a la izquierda del consistorio, está el Centro Cultural e Recreativo, abierto en diciembre del año 1981. Cuando cumplió cuarenta años Xosé María Palacios firma para La Voz de Galicia su crónica conmemorando la efeméride:
"Un edificio construido para los socios pero también, en la práctica, para toda la gente de Vilalba. Así recuerda Carlos García Fraga la intención con la que la directiva del Centro Cultural e Recreativo, de la que formaba parte, afrontó la obra que daría una sede a la entidad. Hace este domingo 40 años, en la capital chairega se celebraba el acto inaugural de las instalaciones. 
La creación de la sociedad había tenido lugar a finales de los sesenta. La primera directiva estuvo encabezada por José Apenela, un vilalbés que también estuvo implicado en la Fundación Hospital Asilo, en la Cruz Roja y hasta en la organización de la Festa dos Pepes. La etapa de Apenela incluyó además las gestiones para comprar el terreno donde luego se construiría la sede. La dueña, recuerda Carlos García Fraga, era María Iribarne, madre de Manuel Fraga Iribarne. 
La directiva que accedió al cargo en marzo de 1981 pidió a los socios un esfuerzo económico para lograr un edificio propio. Las obras apenas habían avanzado, pero la decidida repuesta de la masa social, formada entonces por unas 300 personas, permitió alcanzar ese propósito. «A xente respondeu ben, aínda que para moitos foi un sacrificio», destaca. 
Llegada la Navidad de 1981, las obras estaban acabadas y la junta organizó un acto de inauguración. El sacerdote José Bello Lagüela bendijo el local y se sirvió un aperitivo. Al acto acudieron tres diputados autonómicos: los vilalbeses Suso Gayoso (AP) y Fernando Martínez (PSOE), además de José María Pardo Montero (UCD). Ese pluralismo también estaba presente en la directiva, como subraya García Fraga, que además recalca que las actividades en el nuevo edificio no tardaron en llegar: así, el 31 de diciembre de 1981 ya se celebró en la sede el baile de fin de año. 
Retrocediendo 40 años, el directivo de entonces tiene clara la intención con la que se abrieron las instalaciones. «Naceu como unha sede popular, como unha casa para todos os vilalbeses», afirma. Para García Fraga, no hay duda de que se consiguió: «Houbo moita participación, con gran éxito», dice. El Centro Cultural e Recreativo pasó así a tener una sede en el corazón de la capital chairega —en la parte alta de la plaza de la Constitución, junto a la Casa do Concello—, con lo que se superó la dependencia de otros edificios para poder celebrar actividades. Bailes que tenían lugar en el Teatro Villalbés, edificio hoy desaparecido, pasaron a tener como escenario la propia sociedad. Además, agrega García Fraga, se logró un lugar apropiado para acoger actuaciones de corales o de bandas. Hasta la inauguración del Auditorio Municipal (1997) cumplió a menudo esa función. 
Las partidas de dominó eran uno de los pasatiempos habituales de Manuel Fraga en su villa natal. Esa costumbre aumentó desde que trasladó su actividad política a Galicia y acudía a Vilalba en días de elecciones. El conocido Bar Roca —situado en la Rúa da Pravia, muy cerca de su casa natal— albergó mucho tiempo esas partidas. El Centro Cultural e Recreativo tomó luego el relevo, aunque esa función no se limitó al ilustre político. Las partidas de dominó y de cartas eran habituales a diario, como recuerda García Fraga, que también comenta el interés suscitado por los torneos de juegos de mesa que se celebraban en el edificio. 
Esa presencia de vecinos no solo revelaba el interés por las actividades. Para la directiva, resultaba conveniente evitar la situación vivida por el casino. Esa sociedad carecía de sede, funcionaba de alquiler en un edificio de la alameda hoy desaparecido, y las subidas de los alquileres que pagaba fueron decisivos en su desaparición."

Una vista primaveral de la plaza desde la terraza de otro de los bares aquí existentes, A Pravia


Casas blancas o de piedra y blanco con grandes galerías-miradores, balcones de forja y otros detalles. Ahí está la Pensión A Casilla, en cuyos bajos encontramos actualmente la Parafarmacia Muchas y, a su izquierda, en nel edificio colindante, la Librería Segrel, de las más antiguas de Vilalba


En el momento de escribir esta líneas comprobamos que tanto Segrel esta como la pensión A Casilla están en estado de "cerrado permanentemente", lo que nos ha recordado el artículo de Cristina Arias para El Correo del 21-4-2015 titulado Vivir de los libros, un reto para los negocios:
"En la capital chairega, se aferran a los libros seis negocios. Pergamino y Segrel, las más antiguas de Vilalba, comparten espacio con Alberte, Pergamino 2, Paperix y Andel, que rondan las dos décadas de historia. 
«Está un poco parada la cosa y el futuro es incierto. No se sabe si entrarán las tablets en las aulas y eso nos matará», explican desde Alberte. Su mensaje se repite en casi todos los negocios. Pero aunque las previsiones no son prometedoras, ninguno se plantea echar el cierre ni arrinconar los libros, que en muchos casos se están convirtiendo, dicen, en artículos de regalo para fechas señaladas como Navidad o cumpleaños. Este jueves, la celebración del Día Internacional del Libro, podría ser otra fecha clave para los amantes de la lectura. 
Pergamino se adaptó a los tiempos desde que abrió en 1988 en Vilalba, en la calle Campo de Puente. «Foi das primeiras da provincia de Lugo que abriu cos libros diante como primeira imaxe, nunha especie de autoservizo. Entras, miras e colles o produto. Aínda que agora semella algo normal antes todas tiñan o mostrador diante. Tamén puxen moqueta para que os cativos se puidesen sentar e ler. Enfoqueino así porque se entra o cativo entra a nai», explica José Pernas, que en un cuarto de siglo ya hizo dos reformas -una en la entreplanta y otra para modernizar el local-, se integró en el grupo Calipage y creó Suminet SL, una firma de material de oficina. 
«Aquí hai tres patas que funcionan por igual, temos un 33% de vendas en prensa, un 33% en libros e outro 33% en material escolar», explica el responsable de Pergamino, que aún así indica que se vendió mucho más libro del que se vende en la actualidad y que el libro de texto sigue siendo el gran impulso en la facturación. 
«Se compran os libros o primeiro ano evolucionan contigo ata que acaban de estudar. É o que sempre me gustou da librería. É dos negocios máis fieis por parte do cliente. Non é para facer grandes diñeiros. É unha constante», explica, mientras recuerda que las cosas cambiaron mucho. 
«Antes de internet, tiñas que buscar todo de forma manual a través do ISBN, pero no 95 introducimos o programa de xestión Verial e fíxonos incrementar as vendas, porque podías dar moita máis información ou ensinar a portada», relata. Mira hacia el futuro con respeto ante la fuerza del digital pero lo ve «estable». 
«O da tablet nas aulas vaise notar moitísimo. Para algúns é un complemento pero para moitos supervivencia» y apunta cambios que llegaron con la crisis que pese a ser contraproducentes con su negocio, son «lóxicos», como la creación de bancos de libros. 
Pilar Jartín abrió hace 28 años con su marido la Librería Pedregal. Pese a que compartió espacio con otras, hoy es la única que se mantiene abierta al público en Meira. Ubicada en la Praza Maior, es un rincón de cultura que se aferra con fuerza a la pasión de su dueña. 
«Encántame o meu traballo. É o máis bonito do mundo no pobo máis bonito do mundo», explica orgullosa Pili, como la conocen todos los clientes. «É moi gratificante e distendido. Sempre falas con alguén. E é moi reconfortante cando recomendas algunha lectura e despois veñen por aquí para dicir que lles encantou». 
Sus palabras transmiten amor por los libros. «A mín encántame ler», dice. Y eso lo aprovecha para guiar a los clientes después entre todos los títulos que oferta su establecimiento. 
«Notamos cambios e o futuro é complicado, pero en tódolos sectores. Pero tenderá a mellorar, creo que é algo cíclico», comenta, mientras destaca que, pese a que «o libro está un pouco marxinado», no notan demasiado la caída de ventas. 
«Hai moita xente que segue a defender que como o papel nada e aínda que baixou un pouco as novidades véndense moi ben, mellor que o libro de bolsillo», sobre todo en fechas como Navidad, cumpleaños o San Valentín. «O 14 de febreiro notámolo moitísimo», dice, y destaca que en el verano también se vende bien. Intenta promocionar a escritores de la zona, por eso en su escaparate siempre hay títulos de Carlos Reigosa, porque «ten un galego moi noso» o de la familia Ónega, que «son de Pol»."

A la derecha, la Farmacia Moderna, otra hermosa vivienda de la rúa da Pravia 


A lo lejos, ha entrado en Vilalba el Camino de Santiago, procedente de Mondoñedo y Abadín, acercándose al núcleo urbano por Goiriz y, seguidamente, O Francés, Fontoira, As Casas Novas y A Casilla, desviándose de esta calle para tomar el trazado histórico por la rúa Porta de Cima


A la derecha de la farmacia está la casa natal de Manuel Fraga Iribarne, vivienda familiar comprada por la fundación que lleva su nombre en 2006


Elegantes miradores, balcones, galerías, buhardillas, etc. conforman la esencia arquitectónica que nació como ensanche burgués al principio, de comerciantes y pioneros que acudieron a poner en marcha sus negocios, ante la llamada de una población creciente y bien comunicada


A partir de aquí, varios edificios construidos en altura sobre otros más antiguos a partir de la segunda mitad del siglo XX proyectan sus sombras sobre la calle. En este trecho fue célebre por su historia y solera la Casa Maragata o Casa das Maragatinas, de dos plantas, que se desplomó en junio de 2021, provocando un escape de gas que ocasionó un gran incendio, a raíz de lo cual se decidió reurbanizar toda la rúa. Empezada La eterna polémica de la Rúa da Pravia, como la calificaba y titulaba María Roca para El Progreso del 22-10-2023:
"Si alguien pensó que una vez rematadas las obras de urbanización y humanización de la Rúa da Pravia -cuyo punto de origen estuvo en el derrumbe e incendio de la Casa das Maragatinas en junio de 2021- se iban a acabar las polémicas que giraban en torno a esta vía -protagonista de protestas, caceroladas, quejas y debates varios durante más de dos años- se equivocó de lleno. 
Con la discusión de unidireccionalidad o doble dirección -que provocó movilizaciones y recogidas de firmas- terminada, y con la vista puesta, una vez que se han recepcionado las obras este mes, en el cambio de sentido que anunció Modesto Renda, responsable de Mobilidade, nada más ocupar el cargo, parecía que las aguas volverían a su cauce. Pero no. 
Porque precisamente es el agua lo que está generando en los últimos días un nuevo debate y comentarios, tanto a pie de la propia calle como en redes sociales. Las últimas lluvias han evidenciado que el drenaje de la vía es insuficiente y provoca que se acumulen charcos, algunos de grandes dimensiones, en las aceras. 
El PP vilalbés se ha hecho eco de esta problemática y asegura que "por non ter capacidade de drenaxe suficiente, inundáronse locais, sótanos e vivendas, ademais de volverse intransitable as beirarrúas", una situación que tildan de "lamentable" tras la inversión de "máis dun millón de euros nesta obra faraónica que, lonxe de aportar beneficio e benestar, está a provocar problemas e dificultades". 
Pero más allá de la controversia política, los propios vilalbeses también opinan sobre el asunto, si bien en algún local y vivienda donde había entrado el agua en días de tormenta este verano se ha "solucionado" el problema, tal y como indicó algún afectado. Otros muchos comercios consultados no tienen problema por ahora con el agua, pero sí critican los grandes charcos que se forman en las aceras, sobre todo cerca, precisamente, de donde estaba la Casa das Maragatinas. 
Los viandantes no son menos, y consideran un problema que los sumideros se encuentren en la parte destinada al tráfico rodado, que está además algo más elevada que las aceras. 
Algunos tiran de retranca y echan la vista atrás para recordar una pegatina que estuvo de moda hace décadas con el lema Nena, ten coidado, que en Vilalba chove de lado, en alusión a los baches que había entonces en la calle y que salpicaban al pasar los coches, o directamente le cambian el nombre al nuevo bulevar por "bulemar". 
Otra de las quejas tras el final de las obras es que las grandes baldosas instaladas en la zona peatonal y asentadas sobre arena no están todas al mismo nivel y "vanse afundindo", lo que ayuda a la acumulación de agua y provoca también tropiezos y caídas importantes. "Xa caeron moitas persoas", aseguran muchos de los encuestados. 
Habrá que esperar a ver si una vez que se materialice el cambio de sentido en la calle se dejará de darle vueltas, en el sentido real y figurado, a una Rúa da Pravia que no deja de estar en boca de todos."

Ferretería Fuentes, comercios veteranos en edificios de época


Y en ellos, anuncios del ayer, como este de Lámpara "Metal", en azulejos coloristas, azul amarillo y blanco


Representa a un electricista de antaño, con su mono-uniforme, un tubo fluorescente y unos cable en su mano izquierda y una bombilla enorme, sostenida por su derecha y su brazo y hombro. En la cabeza una gorra o visera con la M de Metal, la marca


Escaparates, tiendas, toldos, configuran el paisaje urbano-comercial de la rúa da Pravia en la planta bajo de estos edificios construidos casi todos, reformas aparte, a caballo entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX


El peregrino, a su manera y libre albedrío, puede continuar su periplo por Vilalba, donde hay aún muchas cosas que ver y conocer, lugares con impronta, edificios de interés, museos, comercios, no pocos con solera establecimientos para tomar algo, etc.


Un paseo por esta rúa da Pravia y otras puede ser una buena opción para quien desee adentrarse en Vilalba y su intrahistoria antes de retomar el trazado y señalización del Camino en la Praza de Santa María, al lado de la iglesia parroquial...







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